Con el jitomate hasta en 45 pesos el kilo y la cebolla en 50 pesos, ciudadanos aseguran que desde que inició la pandemia no hay estabilidad en los costos, por lo que los establecimientos de frutas y verduras se ven en la necesidad de subir cada día sus precios.
Y todavía temen que en diciembre incremente aún más el precio de los productos que son básicos en el menú de los mexicanos. Familias de este municipio han señalado que antes de la pandemia, los precios incrementaban pero no tan drásticamente, pero ahora, a partir de mediados del mes de junio, el aumento tanto del costo de la canasta básica como de las frutas y verduras se nota mucho y quienes más lo comprueban son las amas de casa o quienes hacen las compras para cocinar en el hogar.
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Tal es el caso de la señora Gabriela L., quien destaca que ahora ya se tiene que medir en la compra de algunas frutas y verduras, puesto que han incrementado demasiado los costos.
En esta semana el precio de jitomate oscila entre los 40 y 50 pesos en diversas tiendas en la ciudad, mientras que la cebolla está entre los 30 y 50 pesos, dependiendo de si es blanca o morada. “Si de por sí uno no gana la millonada, ahora con los precios de estos productos menos te rinde el dinero. No es posible que no haya alguien que los regule.
Estos son alimentos de uso básico en la cocina mexicana, para hacer sopa, arroz y demás alimentos suelen utilizarse, ahora con 100 pesos sólo te alcanza para un kilo de jitomate y un kilo de cebolla,y todavía falta todo lo demás”, destacó Gabriela.
A decir de los dueños de estos establecimientos, al comprar los productos en la Ciudad de México o en Mérida,éstos se encarecen por el viaje y la distancia, por lo que tienen que subirle el precio para que les resulte.
“Incluso los mismos restaurantes y hoteles han dejado de comprarnos todo el producto a nosotros y ahora muchos compran la mercancía directamente al productor, porque les resulta más barato o acuden a otra tienda, y está bien, cada uno debe de ver por su bolsillo”.
“Nosotros, como consecuencia, también compramos menos mercancía, porque si no a veces se nos pudre y resulta una pérdida”, destacó don Arturo, comerciante dedicado a la venta de frutas y hortalizas.
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JCL