A pesar de las restricciones en los arenales de Cancún, no es impedimento para que los turistas nacionales y extranjeros ingresara al mar; en Playa Delfines hay bandera roja por el alto oleaje, además que las olas rompen con fuerza.
En el lugar prevalecen familias y un número considerable de menores de edad que disfrutan de las aguas del caribe mexicano, además de aprovechar que el día está fresco y no caluroso.
Algunos de los menores se quedan a orilla de la playa, supervisados por su padres, puesto que las olas del mar con fuerza; en tanto que algunos adultos se adentran un poco más al mar.
Sin embargo, los guardavidas se encargan prácticamente de sacarlos, puesto que la bandera roja advierte de un peligro alto para los bañistas.
De acuerdo con Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo destacó que Cancún cayó al segundo sitio a nivel nacional en ocupación hotelera, por debajo de Los Cabos; caso contrario, los empresarios hoteleros del estado afirman que para navidad tienen reservas de hasta un 80 por ciento y para Año Nuevo al 100 por ciento.
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jcl