Pese al conato de chubascos, la Terminal Marítima de Playa del Carmen registró un flujo moderado de pasajeros, aunque son pocos en la entrada del embarcadero, se relajan los protocolos sanitarios de no ser por la presencia de agentes de la Guarda Nacional.
Sin alzar la voz, los elementos de seguridad piden a los extranjeros que se coloquen el cubrebocas, porque en el descenso de la tripulación hay ciudadanos como Febe Dzul, quien llega a Solidaridad para realizarse estudios médicos.
La cozumeleña mencionó que al estar enferma de los riñones y con un cáncer de mama que apenas le detectaron, es parte de la gente que llega a Playa del Carmen en barco y que necesita cuidarse mucho más de un contagio por COVID-19.
Este inicio del martes los vendedores de los tours esperan que el arribo de pasajeros empiece a hacer gradual, sobre todo que el turismo nacional aproveche hasta el 40 por ciento de descuento que han tenido que aplicar a las actividades náuticas para lograr ventas.
CG