Los artículos prohibidos que son detectados dentro del área de bandas para acceder a las salas de espera del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) son quemados, así lo manifestó personal de Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur).
En las bandas no se les quita nada, se le hace la indicación al usuario de que cuenta con un elemento prohibido para su acceso. Cuando son geles o líquidos se solicita que sea el usuario quien se desprenda de ellos. En el caso de armas o dinero, se llama a la Secretaría de Administración Tributaria (SAT) o a personal de la Guardia Nacional para que realicen su labor de investigación, aseguraron trabajadores de la empresa.
No pueden pasar líquidos y geles en más de 100 mililitros, ni armas de fuego, punzo cortantes, réplicas de armas de fuego, entre otros. Recordemos que se prohíbe el acceso con elementos con los cuales podrías dañar a una persona o empresa, aseguró personal de la institución responsable de la concesión aeroportuaria del aeropuerto.
Algunos usuarios no reaccionan de la mejor manera ante la negativa de acceso por portar alguno de los artículos que están prohibidos, por lo que se les explica la situación y si es necesario, vuelven a los módulos de la empresa donde contrataron su vuelo y lo documentan.
Son muy pocos casos en los que el usuario pide salir de la zona de bandas para documentar algo que no lo dejan pasar en esa zona, como por ejemplo los perfumes. Entonces salen, documentan y al llegar a su destino el perfume también llega en el mismo vuelo o como haya decidido enviarlo la persona.
Lo que más abunda dentro del Aeropuerto Internacional de Cancún son los objetos perdidos, los cuales son acumulados en una oficina y al terminar los turnos de vigilancia privada, se mueven a una bodega para su resguardo, en donde esperan ser recuperados por su dueño y después de un mes son destruidos.
Gorras, playeras, almohadas de descanso para la cabeza, suéteres y sombreros es lo que más olvida la gente. Muchas veces porque se quedan dormidos y al salir corriendo por el avión dejan estos artículos. En otras ocasiones hasta dejan las maletas, como en este caso que llevamos tres. “Contrariamente a lo que piensan muchas personas, no nos quedamos nada, quien se lleve algo de aquí puede perder la chamba", aseguró un empleado de seguridad privada que trasladaba de la Terminal 2 a la bodega diversos objetos perdidos.
CG