El delito de homicidio doloso del 2015 al 2021 aumentó en Benito Juárezde 125 a 400 asesinatos por año en promedio, lo que representa un alza del 320 por ciento, mientras que solidaridad pasó de registrar 22 a 197 casos de homicidio, en tanto, en Othón P. Blanco se elevó de 19 a 197, lo representa un incremento del 890 y mil 40 por ciento respectivamente, de acuerdo con cifras del Semáforo Delictivo Nacional, basado en estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
Los números señalan que Quintana Roo, en general, pasó de registrar 228 homicidios anuales a 622, lo que significa un aumento del 270 por ciento aproximadamente; el municipio que presentó un incremento sin precedentes en la violencia en ese mismo periodo fue Tulum pues pasó de nueve asesinatos en el 2015 a 51 durante el 2020, lo que muestra un incremento del 570 porcentual.
Esto provocó que ese destino turístico fuera incluido dentro de los 50 municipios más letales, al contabilizar 48 carpetas de investigación por homicidio doloso, lo que posicionó al municipio de 36 mil 514 habitantes con una tasa de homicidios del 131.5 por ciento, por cada cien mil habitantes lo que lo ubico en el sitio número nuevo solo de bajo de Tecate, Baja California de acuerdo con datos del (Sesnsp).
En ese sentido, el año pasado Benito Juárez fue incluido dentro de las diez ciudades más peligrosas del país, junto a ciudades fronterizas como Tijuana, Baja California y destinos turísticos como Acapulco, Guerrero de acuerdo con la estadística que dio a conocer durante la conferencia “Mañanera” el entonces encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja.
La tabla se posicionó de mayor a menor índice delictivo de la siguiente manera: Las fronterizas Tijuana y Ciudad Juárez; León y Celaya en Guanajuato; Culiacán, Sinaloa, Cajeme, Sonora, Zamora, Michoacán; Guadalajara, Jalisco, Acapulco, Guerrero; Chihuahua, Cancún (Benito Juárez), Irapuato, Guanajuato; Ensenada, Baja California; Salamanca, y Morelia.
Agentes del departamento de homicidios de la Fiscalía General del Estado (FGE) señalan que el recrudecimiento en la violencia se debe a la disputa que mantienen células del Cartel Jalisco Nueva General (CJNG), Los Pelones y desertores independientes de carteles como Los Zetas y Sinaloa que mantienen presencia en la entidad.
Mencionaron que la disputa por el control de la venta de droga, extorsión, prostitución, piratería entre otros negocios ilícitos ha provocado que desde 2017 los grupos delincuenciales busquen atemorizar a sus rivales y esto ha provocado masacres en giros negros y casas ligadas a actividades ilícitas de acuerdo con las carpetas de investigación que continúan abiertas.
Masacres
En solidaridad, en enero del 2017, células de narcomenudistas se enfrentaron a balazos en un festival de música electrónica llevado a cabo en la discoteca Blue Parrot, lo que dejó como saldo cinco personas muertas y al menos 15 heridos.
Posteriormente, en el 2019 el bar denominado La Kuka, situado sobre la avenida José López Portillo en Cancún, fue atacado por hombres armados que dispararon desde el acceso principal del negocio, la agresión dejo como saldo cinco muertos y 12 heridos; la carpeta de investigación continúa sin avances.
Ese mismos año, siete jóvenes que se encontraban reunidos en una fiesta fueron asesinados en domicilio de la supermanzana 219 de ese mismo destino turístico, por aparentemente sostener una riña con la novia de un integrante del crimen organizado; en el curso de las investigaciones uno de los asesinos fue abatido, uno detenido por otros delitos en Guadalajara y al menos otros dos se encuentran prófugos.
En poblado Manuel Antonio May, perteneciente al municipio de Tulum el año pasado ocurrió un hecho sin precedentes, cuando fueron asesinados tres hombres y dos mujeres en el interior de un bar clandestino denominado “La Ceiba” el crimen fue perpetrado por al menos tres hombres que hasta el momento continúan prófugos.
RM