Las noches en Cancún son conocidas por incitar al baile, la bebida y otras adicciones; sin embargo, también es un punto logísticamente peligroso de contagio de COVID-19, debido a que en estos lugares hay aglomeraciones por la zona de baile sin Sana Distancia y no se usa cubrebocas, pues se consumen alimentos y bebidas.
Ayer domingo los turistas disfrutaron del calor que ofrece el destino y de la música más prendida para bailar, desde las nueve de la noche, los grupos de turistas llegaron a los diferentes antros de la Zona Hotelera, con intensión de divertirse y muchas veces hasta perder el control, aunque eso signifique no respetar las medidas de salud necesarias para evitar un rebrote, una tercera ola de contagios como mencionó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Existe otro grupo de personas que llegó a este punto de reunión y son los locales, aquellos cancunenses que viven en este destino y participan de manera activa en estas fiestas, estos jóvenes tampoco respetan las medidas de seguridad sanitaria y tienen contacto con los extranjeros.
En Quintana Roo, el acumulado de contagios es de 20 mil 879 personas en un año y con un resultado mortal de 2 mil 464 personas por esta enfermedad, según los datos del Servicios Estatales de Salud (Sesa), esta institución también reconoce que en este momento hay 182 hospitalizados en toda la geografía estatal, contrario a la cifra de vacunación en la que sólo se han vacunando a 52 mil 540 personas, siendo una cifra pequeña.
Un ejemplo claro del peligro que representa esta zona al no cuidarse, es que los jóvenes argentinos contagiados por coronavirus estuvieron en antros concurridos, como Coco Bongo y Mandala, que son de los más conocidos de manera internacional y forman parte de los 14 puntos del recorrido de los egresados que hoy tienen COVID-19.
Sin embargo, no todo el peligro de contagio está dentro de los antros, pues en las calles que rodean la zona, muchos curiosos se acercan a mirar lo que sucede en los antros donde los extranjeros y extranjeras se divierten, al ritmo de la situación, de hecho cerca del área, se encuentra un paradero de autobuses en el que suben y bajan personas para acceder algún centro o los que visitaron el mar toman la ruta para regresar a su hotel o casa.
Toda la zona está activa y los restaurantes y tiendas de conveniencia despachan personas una tras otra, unas con cubrebocas y otras no, no existe autoridad que les indique que respeten los protocolos de seguridad sanitaria.
México es uno de los países que menos mal le ha ido ante la pandemia en lo que a turismo se refiere, pues ante las nulas medidas de seguridad o restricción que no existieron, es una de las naciones con las normas más endebles ante la pandemia, mientras que el resto del mundo perdió el 80% del ingreso en turismo; la nación mexicana sólo cayó menos del 60%.
En el país el destino favorito para vacacionar es Cancún, que en Semana Santa operará un 62.8% de ocupación hotelera, es decir, 24 mil 240 habitaciones pagadas de las 38 mil 599 existentes, aún sin un control eficiente de las medidas de seguridad, siendo que las autoridades piden a los turistas que se cuiden, aunque existe mucha permisibilidad en los espacios públicos y en los mismos hoteles.
CG