Quintana Roo

Saturación de basurero municipal afecta a más de 12 mil habitantes en Calderitas

En colonias cercanas también soportan pestilencias, moscas e incendios en el mismo basurero, mientras el Ayuntamiento no hace nada al respecto
La falta de interés por parte de las administraciones municipales, es lo que termina por afectar a miles de habitantes / Eric Castillo

El problema del basurero municipal a cielo abierto, con una extensión de 20 hectáreas y sin las condiciones que eviten impacto al subsuelo y contaminación a la bahía, sigue evitándose por parte de la administración municipal de Othón P. Blanco, lo que afecta a los más de 12 mil habitantes de Calderitas y colonias cercanas que soportan pestilencias, moscas e incendios en el mismo basurero, así lo expresaron el presidente del Consejo de Participación Ciudadana de Calderitas, Álvaro Mariano Alonso, y el alcalde, Luciano Chan Buenfil.

El alcalde de Calderitas informó que en principio la extensión del mal llamado relleno sanitario en el ejido de Calderitas, que no es más que un tiradero de basura a cielo abierto, constaba de ocho hectáreas, pero con el tiempo y crecimiento de la población, el ejido cedió tierras, por lo que llegó a una dimensión de 20 hectáreas.

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Dijo desconocer los convenios del ejido con el Ayuntamiento capitalino, por lo que en anteriores administraciones municipales ya se tenía el proyecto de ser reubicado en la comunidad de Xul-Ha, pero no prosperó.

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En tanto la mancha urbana se fue pegando al basurero, por lo que hoy en día los fraccionamientos Caribe y Flamingos, a menos de un kilómetro de separación, y la propia comunidad de Calderitas, con más de 15 mil habitantes, se ven afectados por este foco de contaminación, expresó Chan Buenfil, ante las evasivas que ha reflejado el municipio de Othón P. Blanco.

Hoy en día, a seis meses de concluir la administración municipal capitalina, el problema de este basurero municipal siguen latentes, afectando a los más de 12 mil colonos de fraccionamientos ubicados a menos de un kilómetro, cutas casas fueron edificadas por la empresa Promocasa.

Según la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, ningún fraccionamiento o desarrollo urbano debe instalarse en un radio de 500 metros de un relleno sanitario en óptimas condiciones.

Y en el tal sentido, destacó que se evidenció la falta de conciencia por parte de la constructora y la instancia que otorgó los permisos para construir cerca del citado basurero municipal.

De ahí la importancia de un proyecto que pretende aterrizar la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), que solicita una extensión de cuatro hectáreas para la construcción de plantas tratadoras de aguas residuales, lo que ayudaría a la comunidad de Calderitas.

Por su parte, Álvaro Mariano Alonso Angulo coincidió en señalar la falta de interés por parte de las administraciones municipales, considerando que se afecta a miles de habitantes, que soportan pestilentes olores, moscas e incendios.

Señaló que éste es un foco de contaminación al aire libre, de forma monumental, por lo que a manera de reflexión añadió, “cómo es posible que se quiera detonar la zona turísticamente, cuando existe esta mancha de contaminación”, siendo que la población de la zona sur no se lo merece, expresó.

“Como ciudadanos nos esforzamos para dar lo mejor a la zona sur de Quintana Roo, pero no contamos con el eco en las administraciones municipales y menos en ésta que está a punto de concluir, la cual ha sido gris en su actuación”, expresó la fuente.

Recalcó que este tiradero a cielo abierto pone en riesgo la salud de los colonos de la zona que rodean este basurero, además de la contaminación al medio ambiente, ya que los lixiviados se están yendo al subsuelo y de ahí desembocan en la Bahía de Calderitas y de Chetumal.

Por lo que hoy en día este basurero se encuentra colapsado y ya debió ser clausurado hace años por las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al medio ambiente (Profepa) y Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios(Cofepris) .

Sin embargo, las autoridades han hecho “ojos ciegos y oídos sordos ante un foco de contaminación”, que colapsó hace años, por lo que deberíamos contar con una planta tratadora de residuos sólidos finales, preservando la ecología y medio ambiente, pero ello sólo es un sueño guajiro”, finalizó.

MA