Mala ubicación, luces que no se distinguen por el nulo mantenimiento, viejos, y en algunos casos sin funcionar, es como describen los automovilistas a los semáforos de la capital del Estado. “Una vergüenza, tenemos semáforos de rancho”, asegura G.D.C., quien circula todos los días por la avenida Maxuxac.
“Eso cuando hay”, expresa Francisco M., “porque de repente hay cruces en donde de la noche a la mañana ya no están, como en las avenidas Primo de Verdad e Hidalgo, sin avisar ¡pum!, ya no está, porque de seguro se lo llevan a otro lado”, señala.
Por tanto, los automovilistas entrevistados solicitan a las autoridades del Estado que revisen los cruces más transitados, para que por lo menos en éstos se encuentren bien instalados y funcionando.
En otros casos la falta de estos dispositivos dificulta el tránsito vehicular e incluso ha provocado percances, convirtiéndose su ausencia en una calamidad para los conductores de automotores.
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Existen confluencias como la avenida Maxuxac con Constituyentes, donde el semáforo con frecuencia es derribado por automovilistas que se ven involucrados en accidentes. “El problema no es que lo tiren, sino que tardan en repararlo, una vez duró como tres días sin reparación y tuvo que venir un agente de Tránsito todos los días para poder tener orden en la circulación”, expresó Rosalía J.
El cruce de la avenida Constituyentes con Insurgentes es otro de los puntos donde los conductores sufren al momento de cruzar, porque algunos no alcanzan a ver el color de la luz, ya que los filtros se encuentran muy desgastados y entre 12 del mediodía y 5 de la tarde es difícil distinguirlos. “Pues la verdad casi no se ve, pero pues estamos al pendiente para poder cruzar, sobre todo el verde que es el que menos se distingue, que les cuesta cambiar el filtro”, dijo Germán Guzmán.
Entre las anomalías que presentan, además de filtros desgastados por el sol y que impiden ver con claridad la luz encendida, algunos dispositivos cuelgan con alambres, medio instalados, y hay postes en mal estado, chuecos, y en el peor de los casos el crucero amanece sin semáforo, lo que provoca en algunas ocasiones que los conductores no sepan quién tiene la preferencia o cómo cruzar cuando la luz verde o roja no existe.
RM