El maltrato o abuso infantil representa un problema social de grandes proporciones, sobre todo por el sufrimiento que esta experiencia ocasiona en la vida de las víctimas y sus familias, ya que los efectos inmediatos y de largo plazo constituyen una amenaza potencial al desarrollo psicosocial de los niños y jóvenes que han sufrido estas situaciones. Por lo anterior, el sicólogo William Novelo Graniel explicó que “es necesario prevenir la ocurrencia del abuso sexual infantil, educando a los niños y niñas acerca de los peligros circundantes, e incentivarlos a buscar personas idóneas que puedan protegerlos y, lo más importante, acoger al niño y realizar acciones que tiendan a su protección en caso de que los abusos ya hayan ocurrido”.
De acuerdo con información recabada en la Fiscalía General del Estado (FGE), el delito de abuso sexual y violación en agravio de menores de edad representa 60 por ciento de las denuncias y carpetas de investigación que se registran; menciona que menores entre los seis y 16 años de edad, han sido víctimas directas de parientes o familiares cercanos de los delitos consumados, porcentaje que se ha mantenido desde el año 2019.
Novelo Garniel, explicó que el abuso sexual es una de las manifestaciones más graves del maltrato ejercido hacia la infancia, y ocurre cuando un adulto utiliza la seducción, el chantaje, las amenazas o la manipulación psicológica para involucrar a un niño o niña en actividades sexuales de cualquier índole. Comentó que impacta en el modo de relacionarse de las víctimas, quienes corren el riesgo de validar patrones de interacción abusivos, reproduciéndolos en la vida adulta.
El entrevistado mencionó que en este país, se estima que alrededor de 1 de cada 10 menores sufre de abuso sexual y que la edad de mayor riesgo son los niños y niñas de entre 7 y 11 años.
Por último, señaló los niños no pueden imaginar qué es un abuso sexual y no es fácil abordar este tema con ellos; los menores no se expresan como adultos y les es difícil hablar, por ello, es necesario ayudarles a protegerse, sin darles el sentimiento de que todo el mundo es peligroso, pero la mejor forma de ayudarlos es prevenirlos acerca de estos hechos del que pueden ser víctimas. “Muchas familias se ven inmersas en estas causas donde el alcohol, es el factor principal para que ocurra, prevenir a través de las pláticas e imágenes en casa es la mejor manera de que los menores no sean presas fáciles para los delincuentes.”
RM