El segundo paso, de tres previstos, para un regreso a clases presenciales, después de vacunar contra COVID-19 a todo el personal educativo en Quintana Roo, será mejorar las condiciones de los planteles escolares, por lo que a partir de la tercera semana de junio, se plantea organizar comités, integrados por autoridades, docentes y padres de familia, para comenzar los trabajos de limpieza y valoración de daños, adelantó Ana Isabel Vázquez, titular de la Secretaría de Educación en el Estado, quien añadió que la Entidad no tiene condiciones epidemiológicas óptimas para retornar a las aulas el 7 de julio, como el resto del país.
Recordemos que los planteles escolares, de todos los niveles, se han mantenido cerrados por poco más de un año, por lo que la secretaria explicó que están por reunirse con la Asociación de Padres de Familia en el Estado, para coordinar cómo será el tema de habilitar los espacios educativos.
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Estos trabajos incluirán la limpieza de las instalaciones y áreas recreativas, así como del material didáctico y del mobiliario; en cuanto a las 140 escuelas que fueron vandalizadas, el Instituto de Infraestructura Física Educativa de Quintana Roo (Ifeqroo), se hará cargo de la reparación de daños mayores.
El tercer paso será el diagnostico, es decir evaluar el posible rezago educativo que provocó tomar clases a distancia todo un ciclo escolar, pues hay niños con todas las posibilidades tecnológicas para tomar sus clases y otros que se han apoyado con material impreso, algunos con el apoyo de sus padres y otros, por diversas circunstancias, sin ello, por lo que el resultado será muy variado.
Señaló que esto sólo se podrá medir hasta que los alumnos regresen a las aulas, por lo pronto ya hay un plan que trabajó la Secretaría de Educación Pública (SEP), que indica que el retorno a los salones será de manera escalonada, paulatino y con poco aforo, en lo que poco a poco se logra integrar la clase de la manera acostumbrada.
Con el Programa SOS, se han recuperado a 9 mil estudiantes que durante el ciclo escolar tenían un contacto escaso o nulo con sus maestros, esto con la intención de evitar lo más que se pueda la deserción escolar.
En el caso de los alumnos universitarios, Ana Isabel Vázquez mencionó que es urgente trabajar en la estrategia para que egresen este año, pues se deben reforzar las prácticas, los laboratorios y los campos clínicos, para que puedan salir al campo laboral con las competencias a las que se han comprometido como sector educativo.
JCL