Calles sin pavimentar, algunas de ellas con anegamientos tras las recientes lluvias que cayeron en la ciudad, además del presunto robo de energía eléctrica, falta de agua potable y drenaje, son algunas de las condiciones en las que viven los residentes de las colonias vulnerables y consideradas como puntos rojos por su alto índice de violencia en Cancún.
Tras un recorrido por algunas colonias irregulares se pudo constatar las precarias condiciones de éstas, “la basura acá nadie la da, acá toda la tiran, hay nada más chamba en la ciudad, la basura acá se quema, atrás en los patios, en el monte; el camión, cuando pasa, pide lana, unos 20 o 30 pesos por casa”.
“Te piden para el refresco, les dices que si te están cobrando y dicen que no, entonces ¿qué es?”, cuestionó Felipe Ay.
Ayer los recolectores de basura pasaron, “pero vienen cuando se les da la gana”, alegó Juan Manuel Quiroga, un vecino de la colonia El Pedregal.
Tras un recorrido por varias colonias irregulares como la denominada El Pedregal, se pudo ver que es una zona sumida en la pobreza, donde los residentes carecen de agua potable, drenaje y alumbrado público.
Para satisfacer las necesidades básicas, como el derecho al agua, improvisaron pozos y fosas sépticas, para contar con energía se conectan de los totalizadores ubicados en lo alto de los postes de concreto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya que no tienen contrato con la paraestatal.
Los caminos son de terracería y están visiblemente deteriorados, en algunas partes hay agua encharcada tras las lluvias que trajo consigo la tormenta eléctrica que azotó la noche del martes y madrugada de ayer; en otros casos, las calles lucen anegadas.
“Acá lo que más nos hace falta es la pavimentación en la entrada, nos urge y sirve más, también el alumbrado, esos no son baches, son cráteres”, mencionó Felipe Ay, mecánico de la zona, quien estaba acompañado de su vecino Juan Manuel Quiroga, mismo que acudió al taller para reparar la suspensión de su vehículo, un Ford color azul, con placas UVJ-188-F del Estado, que se dañó tras el paso continuo de los baches.
“Las necesidades que tenemos son las calles, principalmente la Pedregal, es la necesidad que tenemos; otra es la luz, el alumbrado público”.
Felipe Ay dijo residir en la zona desde hace 17 años y Juan Manuel desde hace ocho; ambos coincidieron en el grave problema de la pavimentación.
“Eso dijo la Presidenta cuando vino a hacer campaña. Nosotros hacemos cooperación para que vengan a rellenar, damos 200, 300, 500 pesos o mil, yo puse un viaje de material para rellenar los hoyos”, dijo Juan Manuel.
Agregó que para ir a un centro de salud, quienes no tienen vehículo, tienen que caminar aproximadamente una hora por la sinuosa terracería hasta llegar al paradero de la avenida Cancún, también conocida como “Las Torres”.
“Aquí no entra la combi, tienes que salir con tu propio carrito o a pie. De noche no sale la gente, para ir al Centro de Salud tienes que llegar hasta la Portillo, para acudir al de la Región 99”.
Lamentó que la policía municipal de Cancún sólo entra a la colonia para “casiquear” a quien se encuentre, ya que el fin de semana pasado “se llevaron” a ocho personas.
“A mí me pararon en la camioneta con mi esposa, que por el polarizado del carro, le dije que por el calor que hay. Te piden cuota, pal’ chesco, te piden 100, 200 pesos o hasta 500. Si no traes, te suben. El fin de semana se llevaron ocho, hay que tenerle miedo a los polis”.
Los entrevistados se encontraban en un taller mecánico frente a la escuela primaria Laguna de Bacalar; uno dijo que los vecinos se organizan para cuidarla y preservarla, ya que el inmueble luce limpio y en apariencia recién pintado.
“Y pues casi ni duerme uno, cualquier cosa, pues los ladridos de los perros alertan, te levantas y vas a ver qué pasa, porque le hablas a los polis y simplemente no llegan”.
En cuanto al tema de luz, dijo que se conectan de los totalizadores, “porque muchos no tienen sus bajadas de luz, al no tener su contrato, tienes que pagar 3 mil o 3 mil 500 pesos, ahorita con esto de la pandemia casi no hay chamba y pues muchos se cuelgan del totalizador”, mencionó Juan Manuel.
Sin agua potable
Un matrimonio de la tercera edad, quien prefirió omitir su identidad ante la desconfianza mencionó que otro de los problemas que padecen es la carencia en los servicios de agua potable y drenaje.
Dijeron que desde hace cinco años llegaron a vivir a la zona y desde entonces construyeron una fosa séptica, la cual se encuentra prácticamente debajo de la vivienda, -aseguraron- que no está conectada a ningún cenote.
Señalaron que en el caso de la basura no les cobran una cuota como tal, pero sí les dan cinco o 10 pesos, “así vienen con más ganas, acuden miércoles y sábado o domingo, dos veces a la semana pasan”.
“La luz la acarreamos de más de 500 metros, pero lo más importante es la carretera, todas las casas de por aquí tienen su pocito de agua que pagamos para que viniera la maquinaria a hacerlo a las casas”.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG