Tripulantes de la embarcación de recreación turística “Rosa Coral” rompieron el protocolo de seguridad epidemiológico por COVID-19 y el Reglamento de la Ley de Navegación, por rebasar el cupo permitido y no usar chalecos salvavidas.
El pasado martes, el navío naufragó y cobró la vida de tres personas, por lo que autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) abrieron la Carpeta de Investigación número FGE/QROO/IS/07/98/2021 por el delito de homicidio, en contra de quien y/o quienes resulten partícipes del hecho, dijo Cristian Montenegro, agente del Ministerio Público.
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El funcionario reconoció que hasta el mediodía de este miércoles no tenía el parte informativo de la Capitanía de Puerto y de la Secretaría de Marina, debido a un procedimiento inusualmente lento.
Mario Martínez Martínez, titular de la Capitanía de Puerto de Isla Mujeres, concedió una breve entrevista en la que sostuvo que, efectivamente, los tripulantes no portaban chalecos salvavidas cuando ocurrió el incidente, a 100 metros de Punta Sur, en una zona peligrosa conocida como “El Gilero”.
Noé “N”, capitán de la embarcación, perteneciente a la cooperativa “Un Día Perfecto”, afirmó en sus primeras declaraciones que se le ahogó el motor y la nave quedó a la deriva. Luego, debido al fuerte oleaje, ingresó agua por la popa y se hundió.
Los turistas afectados, son familiares suyos, provenientes de Acanceh, Yucatán, quienes habían ido a realizar pesca deportiva en las cercanías de la isla, desde temprana hora.
Posteriormente comieron en un restaurante y por la tarde acudieron a avistar el apareamiento de las tortugas marinas, en el punto donde ocurrió el naufragio; de acuerdo con versiones recopiladas por la Capitanía.
Arturo Arceo, tesorero de la cooperativa “Un Día Perfecto”, manifestó que ya participó en las diligencias que solicitó la autoridad portuaria durante la noche anterior y dijo que esta nave está debidamente regularizada y cuenta con despacho, al igual que el resto de la flota del gremio.
Cada barco afiliado cuenta con seguro de vida, botiquín de primeros auxilios, chaleco salvavidas, radio banda marina y luces de bengala.
Señaló que desconoce por qué los ocupantes omitieron el uso del chaleco salvavidas. “Fue un accidente. En un abrir y cerrar de ojos se perdió todo”, dijo.
Aunque Arturo Arceo no precisó la capacidad máxima de “Rosa Coral”, aseguró que hay dos tipos de navíos en su flota, uno de hasta 12 pasajeros y otro de 14, además de dos tripulantes en cada uno.
Alegó que aunque el Semáforo Epidemiológico Naranja sólo permite navegar con 50 por ciento de cupo, el capitán no rompió los protocolos, porque todos los tripulantes eran familiares.
Sobre la inspección que realiza el titular de la Capitanía de Puerto a la nave siniestrada, el entrevistado dijo que con regularidad son supervisadas las más de 200 embarcaciones que se dedican a la recreación en la bahía, avistamiento y nado con el tiburón ballena y buceo, así como a la flota pesquera.
El Artículo 653 del Reglamento de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos establece que el prestador de servicios deberá realizar el paseo de día, “cuando las condiciones climáticas sean idóneas y el viento no supere los 25 kilómetros por hora a nivel del mar”.
Entre las 10 fracciones contenidas se advierte que “no se prestará el servicio (…) a quienes hubieren ingerido drogas, enervantes o bebidas embriagantes, lo cual deberá constatar el prestador del servicio, previo su contratación; debe contar la embarcación con radio VHF.
Tanto el responsable como la tripulación a cargo de la operación del servicio deberán acreditar su capacidad técnica y práctica mediante un documento expedido por la Dirección General. Asimismo deberán tener una experiencia comprobable mínima de un año y portar identificación visible que contenga, al menos, fotografía, nombre, actividad encomendada y número de permiso.
La Fracción VI del reglamento establece el uso obligatorio del chaleco salvavidas en todos los casos, excepto en las embarcaciones que, por sus condiciones de seguridad, se determine su uso sólo como medida de prevención en caso de riesgo, conforme al Certificado de Seguridad de la Embarcación.
Además, deben comunicar por escrito a los usuarios de los servicios, las instrucciones generales de seguridad, límites de la zona de operación y velocidad que deberán observar; éstos deberán firmarlas de conformidad.
Cristian Montenegro, agente del Ministerio Público manifestó que hasta este miércoles, siete víctimas del naufragio continuaban hospitalizadas en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social de la Región 510 de Cancún, de las cuales, dos estaban graves, pero estables.
El funcionario dijo que el capitán de la embarcación no había declarado, pero sí lo habían hecho tres turistas quienes se negaron a hablar con la prensa pero dejaron en claro que no van a culpar a Noé “N”. “Fue un accidente”, sostuvieron.
En su informe, autoridades de la Secretaría de Marina Armada de México informaron que arrestaron a 11 personas durante el operativo que montaron como consecuencia del naufragio.
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RM