Lento pero a ritmo gradual avanza la recuperación del coral Acropora Palmata o “Cuerno de alce” reforestado en zonas como Caletita y Casitas, comentó Guadalupe Martín, Presidenta de la asociación civil Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (CIMAC).
Dijo que más de 3 mil fragmentos bordean las costas del Oeste de la isla; “sólo queda en lugareños y visitantes ayudarlos a crecer para que en pocos años volvamos a tener la densidad que nos caracteriza como arrecife costero, que a la vez sirve como protección ante tormentas y huracanes”.
La ambientalista comentó que el trabajo de reforestación es una aportación que realizan junto con el Parque Marino y otras asociaciones para incrementar la población coralina. “Implica investigación, monitoreo y análisis científico, así como parte técnica para incrementar estas especies”.
Comentó que los fragmentos que ahora bordean las costas del Oeste de la isla son resultado de muchos involucrados; “nos hemos mantenido ocupados, sin pausa, ayudando a la naturaleza y nuestra comunidad”.
Reiteró que nada de esto puede funcionar si no se pone un alto a la la pesca en zonas protegidas y de siembra de corales; tampoco si los bañistas continúan tirando basura en las playas y usando protector solar.
Agregó que aunque existe el síndrome blanco en los corales, poco a poco obtienen buenos resultados con acciones como la limpieza y que las embarcaciones repeten las áreas donde no se debe navegar.
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Acerca de los más de tres mil fragmentos de “cuerno de alce” sembrados, confió que saldrán adelante. “Estamos seguros que tendremos en los cozumeleños muchos aliados para esta labor, si los protegemos, en pocos años tendremos un hermoso coral color ocre, café, amarillo y naranja”.
Comentó que tienen tres áreas plantadas (en Playa Corona, Punta Molas y Playa Caletita) más un vivero, lo cual es “todo un logro para el futuro de la isla”.
Detalló que antes de los dos últimos huracanes que azotaron las costas de Cozumel -en 2020-, tenían una buena producción y vida de los corales, sin embargo, debido a los fenómenos meteorológicos sufrieron afectación en 20 por ciento; por eso, a través de la reforestación y monitoreos vigilan que sigan desarrollándose para que en ocho o 10 años lleguen a la adultez.
JCL