Menores de edad que hostigan a visitantes en los alrededores del Parque “Benito Juárez” amenazan de muerte a fiscales del Ayuntamiento y ante la complacencia de las autoridades, sus madres, solapan a sus hijos y los cuidan para que no les pase nada, Hasta ahora, ninguna autoridad ha intervenido y esto podría convertirse en un problema de pandillerismo, advierten empresarios y trabajadores de la zona.
Personal del área de Verificación y Ordenamiento Comercial del Ayuntamiento señala que en las últimas semanas aumentó la presencia de niños de entre 10 y 13 años de edad que hostigan a turistas para que les compren flores de palma de coco, “escoltados por sus mamás”. Aseguran que cuando intentan alejarlos, los chicos salen corriendo, pero al rato vuelven.
Hasta ahora, ni el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ni el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) han hecho nada.
Según empleados de algunos negocios, dicen que estas dependencias “se hacen de la vista gorda y, si acaso, levantan un reporte en el número de emergencias 911”.
Agregan que los fiscales llaman a las patrullas para que persuadan a esos niños de que se retiren, pero los agentes responden que no pueden hacer nada si no hay una orden del DIF.
Una trabajadora del Ayuntamiento comentó que hace poco uno de esos niños al escapar dejó tirada una bicicleta en el malecón y a los pocos minutos, cuando uno de los fiscales estaba levantando la unidad, llegó un chico más grande y lo amenazó de muerte si no se la daba.
Agregó que antes sólo había dos o tres mujeres que acompañaban a los chicos, pero ahora ya son más de seis las que los escoltan.
Explicó que esas personas llegan a medio día al parque y se van hasta entrada la noche, cuando ven que ya no hay turistas a los cuales hostigar.
Meseros de la zona expresan su malestar por el comportamiento de estos niños; “invaden la privacidad de los turistas cuando están comiendo, les colocan las flores en las mesas para obligarlos a darles una moneda o pedirles prendas de vestir y calzado”.
Comentaron que son chicos que dan mala imagen, porque continuamente se pelean entre ellos y con otros vendedores ambulantes.
Piden a las autoridades del DIF que hagan algo, “que llamen a esas mamás, porque son las que incitan a que anden ofreciendo cosas en la calle y que pidan cosas a cambio, hostigando a los turistas, quienes se llevan una mala imagen del destino”.