Por una presunta negligencia del personal administrativo del Hospital General de Cozumel y la alevosía con que operan empresas de servicios funerarios, una familia no pudo velar a su pariente en su casa y, para colmo, tuvo que pagar más por una cremación que no era necesaria. Su pariente falleció por complicaciones de diabetes, pero lo entregaron en área COVID-19.
Un empleado del nosocomio, quien se dijo indignado por la afectación causada a estas personas, reveló que Nicolás Córdova, de 84 años de edad, fue ingresado el viernes 2 de julio por malestares derivados de la diabetes mellitus tipo 2.
Debido a su condición, lo llevaron al área de pacientes con padecimientos crónicos; le realizaron pruebas para saber si era portador del coronavirus, pero los resultados salieron negativos y así lo notificaron a sus parientes, quienes mantuvieron guardias afuera del nosocomio y eventualmente les permitían pasar.
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Sin embargo, este lunes 5 de julio por la mañana les informaron que como consecuencia de una neumonía que desarrolló, el enfermo falleció y su cadáver sería entregado en el área de decesos comunes.
¿Error o contubernio?
Más tarde, personal del hospital confirmó que presuntamente por error, ingresaron el cuerpo al área COVID y lo entregaron a empleados de una funeraria que se encontraban en el lugar.
Trascendió que no es la primera vez que trabajadores de una funeraria llegan incluso antes que los familiares, lo que causa indignación en personal del hospital, debido a que muchas veces los parientes son prácticamente obligados a adquirir un servicio de más de 23 mil pesos, recurso que no todos tienen y que, por ende, genera endeudamiento y estrés, lo que se suma al duelo por la pérdida.
En esta ocasión, los familiares del occiso fueron notificados del fallecimiento común, pero horas más tarde los de la funeraria les dijeron que el cuerpo tenía que ser cremado a fuerzas porque había sido retirado por el área de muertos por SARS-CoV-2.
En consecuencia, los parientes ya no pudieron realizar la velación en su hogar, sino que tuvieron que trasladarse a una funeraria donde apenas tuvieron una hora y media para el sepelio, debido a que personal de Cofepris también llegó para prohibir que liberaran el cuerpo a los familiares.
Tanto los deudos, como personal del propio nosocomio, expresaron su indignación por esto que consideran negligencia administrativa y abuso o presunto contubernio entre trabajadores de la clínica y de las funerarias.
CG