Por violencia familiar y amenazas con arma de fuego contra su expareja, Juan Alberto “N”, Suboficial de la Policía, fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
La agraviada, de nombre Ingrid, dijo que desde hace ocho años vive amenazada por el funcionario, quien ostenta el cargo de Coordinador General, por lo que exigió a las autoridades que tomen cartas en el asunto, ya que teme por su vida y la de sus hijos.
Noticia destacada
FGE abre carpeta de investigación tras agresión de un hombre con un hacha en Tihosuco, Quintana Roo
Según el reporte oficial recibido en el número de emergencias 911 minutos antes de la medianoche del lunes, la llamada de auxilio procedía de un domicilio ubicado en la 125 Avenida, entre las calles 7 y 11 de la colonia San Gervasio.
Al llegar las unidades, contactaron a Ingrid “N”, quien les informó a los elementos preventivos que su expareja, de nombre Juan Alberto, Suboficial y Coordinador General de la Policía Municipal, llegó a la vivienda en evidente estado de ebriedad y la amenazó con su arma de cargo.
Sin embargo, el elemento se retiró antes de que las patrullas llegaran, por lo que exhortaron a la agraviada a acudir a la FGE para interponer la denuncia correspondiente.
La agraviada acudió a esas instalaciones y la atendieron en la Mesa Especializada para Delitos contra la Mujer, donde iniciaron el proceso de investigación.
8 años de martirio
La denunciante manifestó que no es la primera vez que ocurre, ya que desde hace ocho años ha sido víctima de golpes y amenazas; incluso, dijo que la intervinieron quirúrgicamente por un coágulo en la cabeza cuando el policía la golpeó contra la pared en dos ocasiones.
Dijo que teme por su integridad y la de sus hijos, por lo que exige a las autoridades y jefes inmediatos de la Policía local que ya no protejan a Juan Alberto, debido a que en sus días libres porta su arma de cargo, con la que la amenazaba constantemente.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
Ingrid acusa que cuando se ha armado de valor para ir a denunciar ante el juez cívico, no procede su queja ni firman ningún documento, porque pretenden mantener limpia la imagen del elemento policiaco.
“Ahora ya denuncié ante la Fiscalía, espero que las autoridades puedan cumplir con las leyes y emitan una orden de restricción en contra de ese elemento que está incapacitado emocionalmente para portar su arma de cargo; es un peligro”, dijo.
Añadió que estando en horario de sus funciones, el policía estaciona la patrulla frente a su casa y llega a la casa con aliento alcohólico para acosarla y amenazarla, presumiendo que cuenta con la protección de altos mandos de la corporación. “Temo por mis hijos y por mí; espero que hagan las investigaciones y procedan en su contra; quiero encontrar mi estabilidad y la de mi familia”, insistió.
JCL