Oculta en una parte de la selva de Quintana Roo que ha sido invadida por conjuntos habitacionales, se encuentra este santuario rodeado de paz, misticismo y naturaleza donde los católicos devotos y algunos curiosos entran a pedir sus respectivos milagros a la Virgen María Desatadora de Nudos.
Lo que hace diferente a este lugar, es que, además de estar sumergido en la selva de Cancún en un ambiente completamente diferente al que se encuentra en el otro extremo de la ciudad, donde los turistas suelen aprovechar para fiestas y bullicio, es que en este santuario reina un entorno de tranquilidad en el que muchas personas aprovechan para meditar y conectar consigo mismos y con la mismísima virgen milagrosa.
Se encuentra ubicada en la zona sur de Cancún, rodeada de fraccionamientos que han consumido la selva y han dejado muy poco de lo que solía ser este destino, sin embargo, parece que el santuario de María Desatadora de Nudos no sólo resguarda la fe, sino también la naturaleza que se expande a sus anchas en este lugar.
También parece que los fieles han encontrado en María Desatadora de Nudos un ser a quien ofrecerle devoción y cariño, pues no dudan en colgar sus listones blancos con su petición o dificultad lo que no sólo hace evidente la fuerte creencia en ella, sino que además adorna el lugar y le da un toque mágico al santuario.
Otro aspecto que aporta a que sea un sitio único en su clase es la arquitectura elaborada con madera que da un aspecto rústico y cálido para los visitantes que pueden sentarse a rezar o simplemente a admirar el ambiente en pequeñas bancas colocadas al rededor del santuario. Además, también existen algunas pequeñas capillas para entrar a rezar a los santos.
Dentro de la selva se encuentra un pequeño sitio que resalta al ser comparado con el resto del camino en el que solo se encuentran listones blancos, pues al menos en esta área sólo se pueden encontrar listones de colores.
Esto sucede porque cuando los fieles piden a la virgen un milagro primero escriben la petición en el listón blanco y lo cuelgan en algún lugar del santuario, mientras que aquellos que han visto cumplida su manda, regresan para colgar un listón de color con su respectivo agradecimiento.
Uno de las aspectos que hacen especial a este lugar es que llegan toda clase de visitantes, de distintas religiones y creencias, pero todos se sienten bienvenidos y atraídos al santuario.
Se ha convertido en otro de los atractivos turísticos de Cancún, siendo ampliamente visitado por locales y extranjeros, quienes a partir de la serie de Netflix, "Me llamo Francisco", despertaron la curiosidad por el lugar mencionado por el papa.
A este lugar no sólo llegan quienes desean hacer sus peticiones, sino que también se llevan a cabo bautizos, primeras comuniones, bodas, renovaciones matrimoniales, además que en la entrada se encuentra la capilla donde se realizan misas especiales.
Es una virgen alemana del siglo XVII quien según cuentan fue pintada en agradecimiento a un milagro realizado a una pareja de esa época.
Cuando una pareja contraía matrimonio, se les amarraban las manos como símbolo de unión, sin embargo, al pasar por algún problema se le realizaba otro nudo al listón hasta que éste quedaba repleto de nudos, por lo que una pareja pidió a la virgen que ayudara a curar la relación y como resultado, los nudos desaparecieron, lo que permitió que la pareja lograra un matrimonio duradero lleno de felicidad y amor.
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MA