Desde hace ocho años, Tila Montalvo Méndez, Ofelia Juárez Gómez y Carmen Montalvo Mena viven en la colonia irregular El Paraíso, una de las 14 detectadas como asentamientos irregulares en tierras de Calderitas. Por ser lotes ejidales, sin escrituras ni documentos que avalen la propiedad, no cuentan con energía eléctrica, calles pavimentadas, un centro de salud ni con agua potable.
En entrevista, estas mujeres contaron que por el predio donde viven pagaron 100 mil pesos. Les dieron un documento de posesión, pero no tienen certeza de la tenencia de la tierra. Para salir al paso, compraron paneles solares para tener luz, y batallan para contratar los servicios de internet en sus teléfonos móviles, para que sus hijos puedan tomar clases a distancia.
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En las 14 colonias irregulares de Chetumal viven cerca de cinco mil 640 habitantes, estos asentamientos representan el 11 por ciento de las 120 colonias de “paracaidistas” que hay en Quintana Roo, según el registro de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano Sustentable (Sedetus) del Estado.
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En la colonia El Paraíso sólo tienen sembrado un poste de concreto, sin cables para la instalación de la red de energía eléctrica; las calles en su mayoría son veredas, sustituyen el agua potable con agua de pozo para realizar sus labores de higiene, sólo les funcionan los celulares.
Estas mujeres señalaron que se vieron en la necesidad de comprar una celda solar para el uso exclusivo para el servicio de Internet, porque es la única forma de que sus hijos puedan presenciar los contenidos educativos Aprende en Casa II, para ver televisión tienen que acudir con sus familiares que viven en los fraccionamientos Caribe, El Encanto o en las colonias Bicentenario, Comité Proterritorio y Solidaridad.
Los habitantes de los asentamientos irregulares en Chetumal, pese a que viven en una condición vulnerable, porque sus casas son de madera y láminas de zinc, esperan que se regularice su situación, porque llevan ocho años viviendo en estas condiciones.
Actualmente, los predios se cotizan en 140 mil pesos, con un enganche de 40 mil pesos y pagos en parcialidades; sin embargo, el acuerdo es que con un atraso de tres meses se pierde todo lo invertido.
Durante un recorrido por las colonias populares, se constató que no solamente se tienen terrenos abandonados, casas de madera y láminas de zinc, sino también existen grandes construcciones de concreto, las cuales no pertenecen a gente necesitada.
Catorce colonias irregulares se han formado en los últimos diez años, con un aproximado de cinco mil 640 habitantes; sin embargo, en el asentamiento La Franja, en las orillas de la sabana de Chetumal, resalta la situación de Blenda Jacobo, pues su endeble vivienda se encuentra en riesgo en esta temporada de huracanes.
Los asentamientos irregulares son El Edén, con una superficie de 8.80 hectáreas, 450 habitantes y 480 lotes proyectados; Santa Fátima, 6.90 hectáreas, con 70 habitantes y 300 lotes proyectados; Los Palomos, con 5.20 hectáreas, con 80 habitantes con 200 lotes; La Virtud, con 7.80 hectáreas y 750 habitantes; Fraternidad, con 7.80 hectáreas, 700 habitantes y 712 lotes proyectados.
La Franja cuenta con 10 hectáreas, 700 habitantes y 175 lotes; Espíritu Santo, dos hectáreas con 400 habitantes; Nuevo Progreso tiene 19.50 hectáreas, mil 200 habitantes y 300 lotes; Tamalcab, con 11 hectáreas y 150 habitantes; la Colonia CTM cuenta con 6.50 hectáreas, 400 habitantes y 207 lotes proyectados y tres colonias más sin nombres, las cuales tienen de una hectárea con 520 habitantes cada una.
La ubicación de los asentamientos irregulares en Chetumal se encuentra en tierras del ejido Calderitas, al norte de Chetumal.
De acuerdo con el personal de la Dirección de Desarrollo Urbano, la situación de los asentamientos irregulares, como origen, se trata de un asentamiento promovido por ejidatarios de Calderitas, en tierras de uso común del mismo lugar.
Cabe decir que el propio ejido Calderitas inició, aproximadamente en el año 2012, los trámites ante el Registro Agrario Nacional para incorporar los polígonos.
En general, la situación de los asentamientos irregulares cae dentro de una etapa de “estancamiento”, toda vez que el proceso agrario sigue su curso ante las autoridades federales; mientras tanto, no puede procederse con algún trámite para la regularización, hasta que el tema de la expedición de títulos concluya.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus), en Quintana Roo se tienen detectadas 120 colonias irregulares, así como particulares que fraccionan tierras ejidales y comercializan lotes sin servicio, lo cual está penado de acuerdo con la Ley de Asentamientos Humanos.
Son los ayuntamientos los que deben darle una solución al problema de las invasiones en Quintana Roo; sin embargo, sólo el municipio de Benito Juárez ha clausurado 15 desarrollos irregulares.
Otro problema que se ha detectado en la capital del Estado es que tienen problemas para regularizarlos, porque algunos lotes han sido comercializados hasta en tres ocasiones.
En las redes sociales, particulares ofrecen lotes sin servicios, con lo cual están atentando contra la seguridad patrimonial de las personas, puesto que no cuentan con los permisos y procedimientos regulares, puntualizó la Sedetus.
Es necesario informar a los ciudadanos para que no se dejen sorprender, porque al final de cuentas compran un problema a 15 o 20 años, o quizá nunca lo podrán regularizar.
Los ciudadanos que compran un lote irregular obtienen un alivio temporal, pero luego se meten a un problema mayor, porque los propietarios venden y revenden el mismo predio, al rato cambian las medidas y eso dificulta una posible regularización por parte del gobierno.
Los municipios son los encargados de regular el uso de suelo, porque es quien autoriza los fraccionamientos, incluso en la reforma urbana hay todo un protocolo y un proceso con el cual se pueden llevar a cabo.
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Se está trabajando tanto en el norte como en el sur del Estado para abatir esta irregularidad, en el sentido de la nueva Ley de Asentamientos Humanos con la reforma que se hizo en el año 2018, marca los lineamientos para proteger la calidad de vida y el patrimonio de las familias.
CG