Desde que se registró la primera muerte de un menor de edad por COVID-19 en Quintana Roo, y hasta el corte del 30 de agosto, en la entidad se reportaron 10 fallecimientos de niños menores de 14 años, de acuerdo con el tablero del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Con este registro, el estado encabeza la cifra letal en la Península de Yucatán en cuanto a infancia se refiere, pues Campeche tuvo un caso y Yucatán tres durante este periodo.
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Estas son las cifras más actualizadas de la mortalidad infantil por la pandemia, pues el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) sólo reporta hasta el 15 de agosto.
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Según los reportes del Conacyt, mil 178 menores de entre cero y 14 años se infectaron de COVID-19 desde marzo de 2020 hasta agosto de 2021; en este rubro se posiciona en el segundo lugar en la región peninsular, detrás de Yucatán, donde hubo mil 711 pequeños con el virus confirmado, y muy por encima de Campeche, donde se detectaron 165 casos en 20 meses de pandemia.
En otro análisis de las cifras, significa que, en promedio, se infectaron 59 niños quintanarroenses al mes por complicaciones del COVID-19; 85 en Yucatán y poco más de ocho en Campeche.
Los más de mil 100 contagios de COVID-19 en Quintana Roo pueden dar una idea de cómo a pesar de que es una cifra muy inferior en relación con los cerca de los 486 mil 641 menores en el estado (de acuerdo con el último censo poblacional 2020), la propagación de extiende con mayor velocidad en este sector de la población.
El pasado 25 de agosto, la secretaria de Salud del Estado, Alejandra Aguirre Crespo, aseguró que 35 por ciento de los casos activos de COVID-19 en niños, niñas y adolescentes corresponde a infecciones de la variante Delta, que ha demostrado mayor capacidad de transmisión en menor tiempo.
Estos indicadores fueron puestos sobre la mesa de debate de si era viable o no que las escuelas de educación básica en Quintana Roo reabrieran sus puertas para reestablecer el modelo presencial de clases, que se vio interrumpido por más de un año; sin embargo, a pesar del impulso del Gobierno Federal a este proyecto, 94 por ciento de planteles del estado no pudieron reactivarse en la apertura del ciclo escolar 2021-2022, el pasado lunes.
Las autoridades educativas locales confían en que el retorno se dé de manera escalonada, conforme cada plantel y comités de padres de familia se consideren listos para reincorporarse a esta modalidad.
Además, la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) ya abrió una plataforma para que cada escuela reporte de manera oportuna eventuales casos de COVID-19 en el transcurso de este ciclo, a fin de aislar a los enfermos sin que esto implique la suspensión del retorno a las aulas.
“Esta herramienta tecnológica también facilitará el monitoreo sobre las actividades que realizará el plantel en caso de que se detecte un positivo”, dijo la funcionaria.
Al momento, se sabe que de los 360 mil estudiantes inscritos en el sistema de educación básica de Quintana Roo, mil 200 participaron en el retorno al modelo presencial, y de las 2 mil 331 escuelas de la Entidad, sólo pudieron reactivarse 341, 41 públicas y 300 del sector privado.
CG