Mantener una “política del avestruz” ante el clima de violencia de Quintana Roo, por parte del Gobierno de Carlos Joaquín González, podría elevar la incidencia delictiva en el Estado, consideró el titular de la organización civil Semáforo Delictivo, que analiza los escenarios de inseguridad en casi toda la República Mexicana.
En este sentido, la ONG recomienda crear una “estrategia conjunta entre empresarios, ciudadanos y gobierno”, para revertir las estadísticas críticas en la Entidad.
En entrevista para Por Esto!, Santiago Roel, fundador y director de Semáforo Delictivo, consideró que “lo más saludable” para Quintana Roo es “ventilar” los problemas de seguridad y hacer públicas las reuniones sobre estos temas; además, sumar a activistas y empresarios para llegar a acuerdos (…) estrategias conjuntas”.
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“Es necesario ventilar el asunto, realizar reuniones públicas, negociaciones públicas con miembros de la sociedad civil, organizaciones, cámaras de hoteleros y restauranteros, hacerlo mes con mes y definir la estrategia (…). Es muy peligroso aplicar una política del avestruz. Los problemas no se solucionan por negarlos (…) Los problemas brotan”, expresó.
La organización Semáforo Delictivo, que trabaja con los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, advierte que los crímenes de alto impacto en el Estado fueron al alza en 2021.
En el caso de los homicidios, se registraron 585 hechos durante el año pasado en la Entidad y el municipio de Benito Juárez fue la zona más violenta, con 325.
Otro dato a destacar es la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes. La Organización No Gubernamental advierte que Tulum tiene una tasa de 261 homicidios por cada 100 mil habitantes, casi 10 veces más que el indicador nacional, que llega sólo a 22.
Quintana Roo, por su parte, cerró 2021 con una tasa anual de 44 homicidios por cada 100 mil ciudadanos, el doble que los números a nivel nacional. Algunos otros delitos, como el secuestro, presentan un aumento de 36 por ciento respecto al año 2020.
“El problema (en Quintana Roo) se ha ido deteriorando desde hace años. Tiene que ver con el mercado negro de los estupefacientes. Las ciudades ricas de México y los centros turísticos son zonas atractivas para los cárteles de las drogas; hay un pleito entre grupos delictivos por el estado, lo que vemos en otras zonas del país: plata y plomo”, dijo Santiago Roel.
Otro delito notable en la entidad es el narcomenudeo. Al concluir el año pasado, se registraron mil 279 denuncias por este crimen; los municipios que se encuentran en rojo son Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, Tulum y Cozumel.
En el escenario estatal, el narcomenudeo incrementó 24 por ciento en comparación con el año pasado, cuando se registraron mil 28 registros por estas actividades.
Santiago Roel explicó que el crimen organizado siempre tiene como objetivos a los empresarios de los destinos turísticos. “Siempre estos grupos quieren obligar a los comerciantes, a los restaurantes o los antros a vender droga, cobrar derecho de piso. Se meten con los empresarios. Quintana Roo tiene un descontrol”, dijo.
Ante los hechos de violencia en los centros turísticos, donde fueron asesinados dos viajeros canadienses durante el fin de semana y el asesinato del gerente de un club de playa (el pasado 25 de enero), ambos en el municipio de Solidaridad; el Consulado de Estados Unidos emitió una alerta de viaje que pide a sus ciudadanos tener “cuidado en el Estado”.
“Otra solución de fondo es regular el consumo de drogas, toda sustancia que entra en un mercado negro genera este tipo de problemas. Quintana Roo podría contemplar todo eso (…). Cuando desarticulas a una mafia de clonadores de tarjetas ya no vuelve. Es difícil, porque a nadie le gusta que le clonen y le roben el dinero. Lo más complicado es vencer a las bandas que trafican el mercado negro de la droga porque es un delito artificial porque hay un consumidor que quiere comprar y un vendedor que surte”, señaló Santiago Roel.
Finalmente, el analista advierte que para el proceso electoral de 2022 para elegir al gobernador “puede incrementar considerablemente el clima de violencia porque siempre existe un reacomodo de poder (…) si se sigue aplicando una política negacionista, puede suceder lo que pasó en Acapulco. El turismo se va a alejar y esto es fatal para la economía de un Estado como Quintana Roo”.
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JG