El sector restaurantero de esta ciudad se mantiene a la expectativa acerca del incremento de contagios de COVID-19 y la variante Ómicron, pues en caso de retroceder en el Semáforo Epidemiológico sería un golpe fuerte; incluso, muchos podrían cerrar, pues varios establecimientos arrastran pasivos de rentas.
Juan Carlos Hernández Cabrera, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en esta ciudad, indicó que si el Gobierno Estatal establece restricciones en horarios y aforo, no les quedará más que acatar esas medidas.
“Esperemos que no se dé, pero si el número de contagios así lo marca, tendremos que hacerlo de manera responsable, con la finalidad de avanzar en la manera que permita hacerlo esta pandemia, que ha sido sumamente grave para nosotros en el sentido económico; seguimos con pasivos muy altos con los caseros”, dijo.
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Hernández Cabrera refirió que en la temporada alta de las vacaciones se mantuvieron entre 70 y 80 por ciento de ocupación y para la cena de fin de año estuvieron cerca de 100 por ciento. “Todos estuvimos alrededor del 90 por ciento del aforo, nos benefició la visita de turistas nacionales e internacionales; estuvo bien la afluencia, creo que todos los visitantes se llevaron un gran sabor de boca de las experiencias en los restaurantes de la Quinta Avenida”.
Agregó que hicieron hincapié con los afiliados de la Canirac sobre la importancia de cumplir los filtros sanitarios, tanto con los colaboradores como con los comensales; “y vamos a seguir privilegiando esto”.
El dirigente restaurantero mencionó que en estos primeros días de enero la afluencia se mantiene entre 70 y 80 por ciento y confían que en fines de semana alcancen 90 por ciento.
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jcl