De las 400 motos acuáticas que se desplazan en la Zona Hotelera de Cancún y la parte continental de Isla Mujeres, 30 por ciento opera de manera irregular; también son conocidas como “piratas”.
Los prestadores de servicios náuticos también son víctimas del crimen organizado, pues este tipo de vehículos son robados para cometer delitos de alto impacto; tras el hecho, las motos son devueltas al lugar donde las tomaron o las abandonan en otro sitio.
Ricardo Muleiro López, Director de Asociados Náuticos de Quintana Roo, admitió que los representantes legales o propietarios de estas unidades no interponen denuncias por temor a represalias.
“Los delitos o faltas no han sido exclusivamente con motos ilegítimas, muchas veces abordan motos o embarcaciones matriculadas y debidamente registradas”, destacó.
Sin entrar en detalles, indicó que han documentado casos en los que los delincuentes las regresan de donde las tomaron o las abandonan en otro sitio.
En estos casos, señaló que se tienen que presentar denuncias de manera particular, pero lamentó que no en todos los casos se hace, porque “por ejemplo, son flotillas de motos asignadas en un punto específico de la playa. Si el grupo criminal está operando en esa zona, toma una moto de ahí para su propósito. Los propietarios tienen miedo de denunciar, porque sabrán quién lo hizo”.
En ese sentido, dijo desconocer si en caso de que se inicie una carpeta de investigación por un hecho delictivo con alguna de estas motos robadas, haya responsabilidad en contra del propietario.
“Nuestro deber ciudadano es hacer la denuncias correspondientes, pero el sistema de seguridad y legal no es suficiente para contrarrestar el impacto delictivo de los grupos del crimen organizado y los ciudadanos corren riesgos ante las posibles represalias”.
Muleiro López enfatizó que algunas motos tienen registro ante la Capitanía del Puerto en Cancún, pero cuando son de uso particular no están obligados a matricularse, sólo cuando las van a utilizar para comercio o turismo.
“No es sencillo registrarlas, al final se trata de un vehículo. Es como si quisieras registrar una camioneta de traslado para turismo. Más o menos es la misma documentación”, señaló.
Enfatizó que prestar servicio náutico-turístico están obligados a tener dos pólizas de seguro: por responsabilidad civil de viajero y de transporte de embarcaciones menores o placeras.
Lamentó que no hay nadie que verifique la documentación, ya que cuando son privadas no están obligados a matricularlas, por lo que puede hacerse un uso ilegal con ellas.
En cuanto al pirataje, señaló que han detectado motos que se rentan sin autorización. “Es difícil saber con exactitud cuántas son, porque no hay un registro, pero hemos estimado sea 30 por ciento del total”.
Dijo que esto representa un severo riesgo en caso de un accidente, porque no están supervisadas por ninguna autoridad, no tienen la matrícula de prestación de servicio turístico náutico ni tienen los seguros necesarios.
“Es como si con tu vehículo particular dieras servicio de transporte público. Desafortunadamente en el agua no hay tantos vigilantes como en tierra, por lo que ‘se salen con la suya’”, dijo.
Admitió que este hecho ilegal se ha denunciado ante las autoridades portuarias, sin que haya el efecto deseado.
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CG