El pequeño Ángel Manuel fue localizado la madrugada de ayer, en la comunidad de Tzucacab, cerca de Peto, en Yucatán, en casa de familiares de su abuelastra, a donde fue enviado, supuestamente porque sufría violencia familiar. Alrededor de las 9:30 horas de ayer, arribó a Chetumal, donde quedó a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE Quintana Roo) y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
La tarde del pasado lunes, personal de la Policía de Investigación, de la FGE, obtuvo indicios que le permitieron establecer que el menor de edad se encontraba en una vivienda localizada entre las comunidades de Tzucacab y Peto, en el Estado de Yucatán, conclusión a la que llegaron tras realizar múltiples entrevistas, pruebas periciales y rastreo de celulares.
Las investigaciones permitieron establecer que Ángel Manuel no es hijo biológico de Víctor Manuel Poot Arias, sino su hijastro, pues su mamá, Floricela Gómez, los abandonó hace cuatro meses, en Playa del Carmen, al tener una nueva pareja sentimental y de la cual está embarazada.
La mamá de Ángel decidió dejarlo, junto con su hermanito de cuatro años, bajo los cuidados de Víctor Manuel, quien dejó su trabajo en Playa del Carmen y regresó a Chetumal, su lugar de origen.
Durante los últimos cuatro meses, la historia de Ángel y su hermano se desarrolló en una vivienda ubicada en la calle Otilio Montaño con Petcacab, en la colonia Lázaro Cárdenas, donde, según versiones de la pareja sentimental de Víctor Manuel, sufrían violencia de todo tipo.
Los dos niños carecen de acta de nacimiento, pues nunca fueron registrados, por lo que su identidad es incierta. Tampoco acudían a la escuela y únicamente se quedaban bajo los cuidados de su abuelastra, ya que su papá salía a trabajar todos los días, desde temprano y hasta por la noche, y en ocasiones llegaba alcoholizado, según la versión de la mujer.
Fue entonces que la abuelastra consideró que la falta de cuidados por parte de Víctor Manuel, su problema de adicciones y las dificultades económicas que enfrentaba la familia, eran factores que impedían que los niños se desarrollaran de manera correcta, por lo que pensando que su hija les podría dar una mejor vida, los envió con ella.
Según consta en la carpeta de investigación que se integra, producto de la activación de la Alerta Amber 17/ZS/2022, revela que la mañana del pasado domingo arribó a Chetumal, proveniente de Tzucacab, el yerno de la abuelastra, esposo de una de sus hijas; tomó al niño y éste se despidió diciendo que su “tío” lo llevaría a comprar ropa nueva, saliendo de la vivienda tomado de su mano.
En videograbaciones se aprecia que un taxi sale de la zona y se dirige hacia el Centro de Chetumal.
Las investigaciones, entrevistas y revisión de cámaras, ubicaron que el niño y su “tío” subieron a una Van del Servicio Público, en dirección hacia José María Morelos, donde descendieron y posteriormente se dirigieron a una terminal de “combis”, para abordar una que los llevara hasta Tzucacab.
La desaparición del pequeño fue reportada por la tarde, cuando Víctor Manuel retornó de trabajar y le informaron que el niño estaba desaparecido, por lo que denunció los hechos que permitieron la activación de la Alerta Amber.
La tarde del lunes, después de múltiples entrevistas y que cayera en contradicciones, la abuelastra confesó que el niño estaba en esa localidad, por lo que le entregó a la Fiscalía el número telefónico de su yerno y los policías pudieron rastrear el número hasta ubicar que se encontraban entre Tzucacab y Peto.
Agentes de la Policía Ministerial de Quintana Roo se trasladaron hacia esa comunidad, donde en coordinación con sus similares de Yucatán, desplegaron un operativo hasta encontrarlo en una vivienda.
El menor, en manos del DIF
El pequeño Ángel Manuel fue certificado por la Fiscalía en Yucatán y posteriormente custodiado por elementos de la Policía Ministerial yucateca, hasta los límites con Quintana Roo, donde los agentes de la Policía de Investigación continuaron con su camino, por la vía corta, ingresando al Estado por José María Morelos.
Ángel arribó a la FGE de Quintana Roo, alrededor de las 9:30 horas, vistiendo una camisa polo, color naranja, pantalón de mezclilla azul y chanclas negras.
El traslado de Yucatán a Quintana Roo ocurrió en una camioneta Honda, color gris y custodiado por elementos de la Policía Ministerial.
Al carecer de un acta de nacimiento, no fue entregado a su padrastro Víctor Manuel Poot Arias, pues no es familiar directo, por lo que se realizó una prueba de perfil genético que le permitirá a las autoridades establecer si existe un vínculo familiar con Floricela Gómez y de esta forma poderlo identificar.
La Fiscalía continua con las investigaciones en dos aspectos, el primero les permitirá confirmar si lo dicho por la abuelastra es real y el menor sufría algún tipo de violencia, y también determinar si la acción cometida por la mujer es constitutiva de alguna clase de delito y entonces sean sancionados los responsables.
Ángel Manuel permanecerá en el albergue del DIF Quintana Roo, en tanto se resuelve su identidad a través del perfil genético y se investiga si era víctima de violencia.
La mañana de ayer, luego del arribo del menor, se presentó ante la FGE, Julio “N”, quien interpuso una denuncia en contra de quien resulte responsable por los delitos de robo, daños, discriminación y amenazas.
La versión de Julio “N” señala que la noche del lunes, un grupo de motociclistas y repartidores arribaron su domicilio, ubicado en la calle Graciano Sánchez, entre Naranjal y Alfredo B Bonfil, supuestamente para “detener” a la hermana de la abuelastra de Ángel, bajo el argumento de que era la responsable de la desaparición.
“Vengo a denunciar a todos los que hicieron su desastre en mi casa, se llevaron cosas y rompieron otras. No teníamos nada que ver en ese asunto”, indicó.
El agraviado denunció es que la noche del lunes, una mujer identificada como Landy “N”, Víctor Manuel Poot y un grupo de al menos 50 personas, obligaron a las autoridades a llevarse detenida a la mujer, sin que existiera una sola evidencia de su probable responsabilidad, pero demás, al ingresar a la vivienda causaron daños y se robaron objetos.
Las investigaciones de la Fiscalía General de Quintana Roo señalaron que la mujer detenida, nunca estuvo relacionada, ni colaboró en el traslado del menor de Chetumal hacia Yucatán, y que incluso su aseguramiento, la noche del lunes, fue para evitar que la agredieran y para proteger su integridad.
En la denuncia interpuesta contra la turba, se incluye el delito de discriminación, pues en más de una ocasión, los líderes del movimiento la llamaron “machorra”, un término despectivo para un integrante de la comunidad LGBT+; esta denuncia se integra, de manera paralela, contra el grupo de personas que allanaron de ilegalmente la vivienda.
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CG