La Zona Limítrofe entre Quintana Roo y Campeche concentra un grupo de comunidades cuya historia inició desde 1812, con el usufructo del chicle, después con los aserraderos para la explotación de maderas preciosas y finalmente ahora se mantienen del campo y la ganadería y aunque los pobladores se asumen quintanarroenses, las autoridades campechanas mantienen una presencia más fuerte en la zona, donde han construido Centros de Salud y Comunitarios.
El suministro de agua potable, no ha sido el único servicio del cual el Gobierno de Quintana Roo se ha enajenado, pues en la zona conflicto ubicada a más de 150 Kilómetros de Chetumal, hacen falta servicios como médicos, escuelas, pavimentación entre otros.
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La falta de presencia de Quintana Roo, en esta área del municipio de Othón P. Blanco, ha generado que Campeche adelante sus filas, aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ha determinado a quien le pertenecen estas comunidades.
El Gobierno Municipal de Calakmul, Campeche mantiene habilitados Centros de Salud y Centros Comunitarios, aunque Quintana Roo sigue teniendo presencia debido a las escuelas que pertenecen a la Secretaría de Educación.
En comunidades como Guillermo Prieto, Felipe Ángeles y Caña Brava, en el municipio de Othón P. Blanco aún mantiene representación a través de autoridades como delegados y subdelegados, quienes son nombrados a través de elecciones para representar a la población ante las autoridades municipales.
Ellos se consideran parte de Quintana Roo, pues incluso históricamente han recibido inversión estatal para la construcción de acueductos y carreteras.
Mateo López Martínez, Subdelegado de la comunidad de Felipe Ángeles explicó que el último gobernador que invirtió en la zona, fue Mario Villanueva Madrid quien en 1995 instaló una red hidráulica desde Dos Aguadas hasta esa comunidad, además que realizó la última carretera pavimentada de la zona.
Durante los sexenios de Joaquín Hendricks Díaz, Félix González Canto, Roberto Borge Ángulo y Carlos Joaquín, no recibieron ningún tipo de inversión, pues la controversia constitucional aún no se ha dirimido, por lo que bajo ese argumento prefieren no hacer obra pública.
“Hicimos muchas solicitudes por el tema del agua, pero nunca nos hicieron caso, todas nuestras peticiones se quedaron archivadas, hasta que los demandamos y ahora podremos ver una nueva inversión” señaló López Martínez.
Los habitantes de esta región viven en la disyuntiva entre sentirse Quintanarroenses, pues la fundación de sus comunidades ocurrió en este territorio y tener que admitir que el Gobierno de Campeche le está ganando territorio y muestra más interés en sus necesidades.
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CG