En el estado de Quintana Roo se llega a recolectar hasta una tonelada de tapitas, con las cuales ayudan para el tratamiento contra el cáncer de niños desde recién nacidos y hasta jóvenes de 21 años de edad, indicó la coordinadora del Banco de Tapitas en el sureste, en el marco del segundo evento musical con causa que realizan para respaldar a cuatro chiquitines en la entidad.
Lo anterior, fue informado por la coordinadora del Banco de Tapitas de la zona Sureste, Verónica Gis, quien señaló que se llevará a cabo “Una Noche Bohemia con Causa”, el próximo sábado 16 de julio de 20:00 a 11:00 p.m. en el Foro Cultural La Catrina en la ciudad de Cancún, ubicada en la avenida Bonampak con calle Tierra Número 5, con el que tienen la meta de respaldar a cuatro niños con cáncer.
Para respetar la sana distancia, la organizadora dijo que tendrán espacio para 50 personas, con costo de entrada, con el fin de que puedan apreciar la música de cinco artistas locales y a su vez apoyar a los pequeños.
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Verónica Gis especificó que en Cancún hay tres pequeñitos a los que están apoyando con lo que pueden, así como otro niño que radica en la ciudad de Chetumal y que tuvo que viajar a Monterrey para un trasplante, quien también le solicita ayuda al Banco de Tapitas del Sureste, por lo que pretenden que el respaldo sea para todos.
“Aquí en Cancún está Samuelito que nos pide apoyo para medicamentos, otra mamá que nos pide despensas y el principal es el pequeño de Chetumal que necesita un trasplante, pero es un tratamiento muy caro, pero es por el que más trabajamos”, remarcó.
Para cualquiera que pase por la enfermedad del cáncer es difícil, muy complicado para las familias por el desgaste emocional, sobre todo porque no hay dinero para estas familias quintanarroenses que tienen niños menores de los 10 años de edad, compartió.
Destacó que la cantante de lenguas indígenas, Norma es la primera en haberse movilizado para crear este evento con causa a favor de los más pequeñitos, ya que su cuerpo está pasando por un cáncer de mama, “dice ella que quiere desaprovechar el tiempo que tiene y nos está ayudando al organizar eventos”.
Verónica Gis reveló que en la ciudad de Cancún no hay las instalaciones adecuadas para ayudar a la gente que para por la terrible enfermedad del cáncer, sin embargo, en el Kumate ya están apoyando a los niños y les dan allí las quimioterapias, pero sus doctores de cabecera los encuentran en Mérida o Chetumal.
La coordinadora de Banco Tapitas del Sureste aclaró que antes de la pandemia en Quintana Roo llegaban a recolectar cinco toneladas de tapitas al mes, “eran cinco toneladas que dejaban de contaminar y que se convertía en una esperanza para los pequeños, pero al llegar la pandemia, obtuvimos una tonelada mensual”, dijo.
Verónica Gis añadió que el kilogramo está en dos y tres pesos el kilo de tapitas, pero algunas recicladoras las llegan a comprar a cinco pesos, pero el comparativo monetario es que se convierte en cinco mil pesos, lo que equivale a tratamientos, alimentos, medicamentos y cumplimiento de sueños.
“Es algo muy difícil para los papás que, aunque sean apoyados por el IMSS o ISSSTE, ellos tienen que gastar pasajes y alguno de los papás tiene que abandonar sus empleos por estar de tiempo completo cuidando a sus pequeños, debido a los viajes que tienen que hacer. El gobierno está obligado a ayudar a los niños con cáncer, pero cuando no hay la quimio, la más económica les sale de mil 500 a dos mil pesos. Tenemos mamis solteras con dos niños, en el que uno de ellos tiene cáncer, el desgaste emocional es grande, también tenemos un papi soltero, que se apoya de su mamá”, relató.
Verónica Gis llamó a la acción del Banco de Tapitas como el ciclo virtuoso, en el que la gente deja de contaminar el medio ambiente a la vez que la tapita cumple otro propósito que es ayudar a pequeñitos.
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JAL