Quintana Roo tiene hoy un virtual ganador de la contienda a Gobernador. Será la primera mujer que administrará la llamada “Joya del Caribe”, como hasta ayer identificaban a la Entidad, de entre las seis que se disputaron en el país.
Con el triunfo -por su género- hace historia, luego de ocho hombres que han tenido la encomienda de gobernar a los quintanarroenses; sin embargo, la misma historia la coloca en el punto más difícil en que cualquiera, de los que la han precedido, se haya ubicado.
El triunfalismo expresado el domingo en la noche, al pie del Palacio de Gobierno, en Chetumal, debería ir acompañado de una gran estrategia para mejorar el territorio en debacle, y en el que como Alcaldesa no pudo transformar, para bien de los cancunenses, el municipio más importante de los 11 y que debió ser ejemplar en medio de una administración empobrecida por la soberbia del Mandatario en turno; quien no tuvo la humildad de escuchar a la población, ni siquiera a sus colaboradores, para evitar que día a día se sufrieran las consecuencias de un pésimo timonel.
Hasta ayer, durante este Gobierno Estatal, se contabilizaban 3 mil 368 víctimas de homicidios dolosos. La era más violenta hasta ahora recordada; una cifra que ha enmudecido a aquellos pioneros que contaban con tanto optimismo el surgimiento de un diamante turístico.
La joya está ensangrentada. El municipio de Benito Juárez, que hoy se dice ejemplo del cambio que llegará a todo el Estado, suma 153 ejecuciones del crimen en lo que va del 2022; un año que apenas roza la mitad del calendario y que cuenta 230 muertes violentas en sus municipios.
Quintana Roo deja de ser un Estado joven y se mira perdido en la adultez, falto de oportunidades para las generaciones que han nacido aquí. Se ve frágil para seguir creciendo como hace más de cuatro décadas se proyectó. Hoy, entre su población destacan las pobrezas: la general, la extrema, la alimentaria y un sinfín de factores que en los últimos años han llevado la Entidad a los peores lugares en los indicadores sociales y económicos.
La deserción escolar, según datos de la Secretaría de Bienestar, afectó en el último año a 259 mil 57 alumnos quintanarroenses de distintos niveles. Cuesta trabajo “digerir” que en 2021 hubo un retroceso de 20 años en cuanto a asistencia escolar entre menores de 6 y 14 años. Qué indolencia la de los gobernantes al ver que la niñez ve reducidas sus posibilidades de prosperar, en un sitio al que cientos de miles de adultos migraron en la búsqueda de un mejor nivel de vida.
Deuda pública acrecentada, transparencia reducida, inseguridad al alza, participación ciudadana a la baja. Esas son las cuentas pendientes que deja Carlos Joaquín González… Esos son algunos de los grandes retos que tiene enfrente la próxima Gobernadora: María Elena Hermelinda Lezama ¡Esto ganó!
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG