Los primeros 100 días de Gobierno de María Elena Hermelinda Lezama Espinosa no han sido diferentes a sus dos gestiones como Alcaldesa de Benito Juárez. Desde septiembre hasta hoy, 166 personas, entre ellas mujeres y menores de edad, fueron asesinadas por tener presuntos vínculos con el narco, de acuerdo con las investigaciones realizadas por autoridades ministeriales, mismas que no han dado a conocer avances.
La titular del Ejecutivo Estatal dejó la Presidencia Municipal en marzo pasado, con un total de mil 242 víctimas de homicidio doloso, 905 por culposo y 31 feminicidios; otros delitos como la trata personas, extorsión, secuestro, violación y violencia familiar no disminuyeron.
A 48 horas de rendir protesta como Gobernadora de Quintana Roo, en Cancún y parte de la Riviera Maya se cometieron los primeros 12 homicidios relacionados con la venta de droga al menudeo.
Estos sucesos no se detuvieron hasta las últimas horas del 2022, cuando el cuerpo de un hombre, repartido en dos bolsas de basura, fue abandonado a plena luz del día a la entrada del fraccionamiento Aloja, en la Región 247 de Benito Juárez. Horas antes había sido asesinada a balazos otra persona en Tulum.
En total, en los primeros 100 días de gestión, la delincuencia organizada en la Entidad cobró 165 víctimas; además, hubo 131 homicidios culposos, cuatro feminicidios, 20 casos de extorsión, 116 violaciones, mil 30 denuncias de violencia familiar y siete víctimas de trata de personas.
Mensajes opuestos
A pesar de estos resultados y que olvidó la promesa que le hizo a las madres buscadoras, para apoyarlas a ver avances en sus denuncias, la Gobernadora difundió en redes sociales un positivo mensaje de Año Nuevo en los últimos instantes del 2022:
“Una etapa en Quintana Roo caracterizada por la solidaridad, por la empatía, por la suma de esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de todas las personas; amor, salud prosperidad y muchos éxitos”, fueron parte de sus palabras.
Éstas podrían carecer de sentido para aquellas mujeres que, por amor a sus hijos, algunas presuntas víctimas de desapariciones forzadas, abandonaron sus trabajos para ir un paso adelante de los mandos encargados de buscarlos. La salud de ellas se ha visto deteriorada por las largas noches en vela, la mala alimentación, los prolongados recorridos a pie, acompañadas únicamente por la esperanza de encontrar algún indicio; y la apatía de las autoridades, que aseguran investigar cada caso, pero no dan resultados positivos, incluso habiendo detenidos.
Uno de esos casos es el de Deisy Blanco, quien a cinco meses de no saber nada de su hija, Fernanda Cayetana Canul, aseguró que no descansa y no lo hará hasta tenerla de vuelta en casa y únicamente le pide a dios fuerzas para continuar la búsqueda. La pequeña desapareció el pasado julio, a unos metros de su vivienda, en la Zona Continental de Isla Mujeres.
“Dónde estás mi niña hermosa. Espero que Dios me preste más vida para seguir buscándote este año. Nuestro corazón y nuestro hogar están muy oscuros porque nos haces falta tú a nuestro lado. Donde estés te pongo en las benditas manos de nuestro Padre Dios, que Él nos hará el milagro de traerte con bien a nosotros. Te esperamos con los brazos abiertos y con mucho amor”, posteó en su cuenta social.
Mencionó que aunque nadie le ha garantizado la pronta localización de la menor, confía en que llegará a ella de la misma manera en que llegó hasta el presunto responsable.
Durante los primeros 100 días de gestión de Lezama Espinosa, 227 personas fueron reportadas como desaparecidas y 116 fichas de búsqueda continúan activas.
Va el primer muerto del año
La madrugada del 1 de enero no trajo felicidad a todos, como se supondría. Una familia fue enlutada en Cancún cuando un grupo de hombres intentó robar un cajero de una empresa de telefonía, ubicada en uno de los principales cuadros de la ciudad, y asesinó al guardia de seguridad, quien únicamente realizaba su trabajo.
Ajena a esto, mientras salían los primeros rayos del sol, Lezama Espinosa compartió otra publicación en sus redes sociales junto a “su grupo”, mientras los deudos de la víctima realizaban los trámites para reclamar sus restos y Deisy Blanco, daba gracias a Dios por otro amanecer con fuerzas suficientes para salir a buscar a “su Fer”.
Algunos cancunenses que han sido testigos de hechos de alto impacto, aseguran que la Gobernadora se ganó la confianza de la gente de la Zona Sur con falsas promesas, ya que éstas desconocen cómo es la vida en Cancún, donde durante sus gestiones como Alcaldesa, el municipio se perfiló como foco rojo, al no encontrar una efectiva estrategia para erradicar la delincuencia.
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NR