Ahora que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura reconoce a la milpa maya de la Península de Yucatán como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIMPAM), Miguel Kú Balam, integrante de la Red de Productores de Servicios Ambientales (Repseram), consideró importante que el Gobierno Federal apoye más ese sistema tradicional de producción para que los jóvenes de las comunidades se interesen en trabajar la tierra y arraigarse en ella.
Indicó que hoy, la milpa maya (ich kool) es trabajada por mayores de edad, mientras que los jóvenes esperan terminar la secundaria o el bachillerato para emigrar, porque esta actividad no les llama la atención. Kú Balam vaticinó que de continuar la migración de los jóvenes hacia las ciudades, en 10 años no habrá quién trabaje la milpa, lo que será “terrible”.
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Expuso que en la milpa se trabaja el maíz que se necesita para la alimentación de la población y otros cultivos asociados, como el frijol, calabaza, yuca, camote, ibes, ñame y lenteja.
Según Kú Balam, la mayoría de los campesinos tiene entre 50 y 60 años de edad años, y es raro encontrar a algún joven en esta labor, por lo que para incentivar su interés, el Gobierno tiene que apoyar más a este sistema de producción porque sólo cuentan con los incentivos del programa “Producción para el Bienestar”.
Comento que el mayor reto que enfrentan los productores es la escasez de semilla de maíz criollo, las sequías prolongadas y las plagas, siendo pocas las personas que preservan las semillas nativas, como el naal t’eel (maíz gallito), x-mejen naal (maíz de ciclo corto), xnuk naal (maíz de ciclo largo) y el éh juub (maíz morado).
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