Poca afluencia de ciudadanos se reflejó en el panteón municipal San Miguel durante la misa que se ofició la mañana de este jueves. Este año, también disminuyó la presencia de locales que se posicionan en los alrededores del panteón con la venta de veladoras y flores de cempasúchil. El día 2 de noviembre es por tradición que la población se acerque a este lugar de descanso para visitar a sus fieles difuntos. Y a pesar de que las condiciones climatológicas permaneció con el cielo despejado y con leves periodos nubosos, la gente no visitó en gran cantidad el lugar que lució con mediana afluencia.
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El cielo despejado y medio nublado que imperó, no fue suficiente para que las familias se volcaran en mayor cantidad como suele reflejarse cada año en el cementerio, sobre todo, en el horario en el que se oficia la Misa que en este caso fue a las 10 de la mañana. Sin embargo, la fluidez de la población hacia los aposentos se observaba muy escasa en el transcurso de las horas.
Afuera, a solo unos metros de la entrada de ese lugar de descanso eterno, se encontraba un grupo de elementos de Seguridad Ciudadana y de laPolicía Estatal Preventiva PEP, bomberos y personal de Protección Civil, así como una unidad médica con socorristas a bordo, atentos a cualquier situación emergente que pudiera derivarse dentro o fuera del cementerio.
Es de resaltar que los más de cinco comerciantes que comúnmente se posicionan a la entrada del lugar para ofrecer sus arreglos y otros artículos como veladoras, no se observaron en gran cantidad ya que solo se encontraban dos de ellos, quienes de acuerdo a lo que comentaron, las ventas no fueron lo que esperaban, aunque lograron recuperar lo invertido en la compra y los permisos para poder realizar su actividad a las afueras del panteón.
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HS