Por la llegada de las fiestas decembrinas, los vendedores de nochebuenas llegaron a Cancún para ofrecer su producto, el cual transportan desde Michoacán y el Estado de México en un trayecto que dura 40 horas, con la misión de vender los más de mil ejemplares que caben en cada camión.
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Tal es el caso de Genaro Cruz Campos, quien desde hace tres años viaja cada diciembre a la ciudad del Caribe Mexicano para vender sus flores; sin embargo, acepta que no es la mejor plaza para venderlas, ya que el trayecto es largo y el mantenerlas en buen estado, ante las altas temperaturas, es difícil.
“Nosotros llegamos desde el primero de noviembre y nos vamos hasta el 26 de diciembre. Cada año venimos porque sabemos que a la gente le gusta mucho las nochebuenas. Tenemos varios retos, como trasladarlas desde el Estado de México y también el mantenerlas en buen estado por la temperatura húmeda de la región, ya que es una flor muy delicada”, dijo en entrevista para Por Esto!
Los comerciantes también se enfrentan al temor por la delincuencia, la cual continua en crecimiento en la ciudad, pues al no ser de la Entidad y traer todo su producto, temen que los asalten y les quiten lo poco o mucho que puedan recaudar, además que también le temen al famoso pago por “derecho de piso”.
“No sólo es el hecho de mantener en buen estado las flores en el trayecto o durante los días que estamos aquí, también tememos por nuestra seguridad, ya que la delincuencia en Cancún está creciendo mucho.
“Antes veníamos tranquilos, ahora sabemos que quieren cobrar por vender cualquier producto, con cifras que son impagables. Esta situación, sin duda, nos obligaría a retirarnos del lugar”, continuó.
Por su parte, Florinda Pascual, otra vendedora de Michoacán, aceptó que es un reto el vender flores en Cancún, pues de no comercializar los más de mil ejemplares que transportaron, esto se traduciría en pérdidas, pues no es posible devolverlas a los invernaderos por la lejanía y las altas temperaturas, por lo que deben hacer un mayor esfuerzo para vender todo.
“En un principio traemos un camión con más de mil ejemplares, de todos los tamaños, que es una meta que tenemos y se supone que se deben de vender, ya que estas flores son muy delicadas y no aguantarían el traslado de regreso a los invernaderos, por lo que todas aquellas que no sean comercializadas son pérdida”, puntualizó.
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AT