El tianguis de la Región 100 tuvo buena afluencia de visitantes ayer domingo, a pesar de la pertinaz lluvia que caía por momentos. Decenas de cancunenses se congregaron para hacer sus compras, luego que el mal clima cedió un poco.
Por Esto! captó a familias enteras que recorrían las calles, mientras comían o bebían algo, lo que mantuvo motivados a los locatarios.
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Los puestos que más gente tenían eran los de comida y ropa, ya que los visitantes aprovechaban para desayunar platillos típicos de la región, o inclusive para tomarse alguna cerveza en compañía de sus amigos mientras compraban.
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De acuerdo con los comerciantes entrevistados, las ventas mejoraron en este segundo semestre del año, pues con la llegada de ciertas festividades y la generación de empleo, los ciudadanos han tenido más dinero para gastar, lo que les ha beneficiado.
Reconocieron que batallaron en los primeros meses del 2023, donde había una mayor inflación y los cancunenses estaban muy gastados, por lo que no iban a los tianguis.
Joaquín Pech, un locatario ambulante, detalló que han tenido un aumento del 20 por ciento en sus ventas en comparación con el arranque de año, ya que los compradores suelen gastar más en los últimos meses, debido a que tienen mayor liquidez, por lo que tienen buenas esperanzas para el próximo diciembre.
“Ahorita la verdad es que no nos quejamos, las ventas van bien, a veces sí bajan, pero como este es un tianguis muy grande y el más conocido, pues vienen personas de todos lados, siempre se ve una buena afluencia, lo que nos beneficia. Yo vendo collares hechos a mano y batallo más, pero sí se ha vendido un 40 por ciento más en comparación de inicios de año”, dijo en entrevista.
Por su parte, Julieta Romero, comerciante de ropa aseguró que han vendido bien, ya que tienen buenos precios y a los cancunenses les atraen mucho las prendas de segunda mano, ya que pueden encontrar buenas piezas a un costo menor; incluso venden ropa nueva muy barata, por lo que aprovechó que la lluvia se detuvo un poco para ponerse en el tianguis.
“Nosotros que vendemos ropa, ya sea nueva o usada, tenemos menos clientes, porque todos prefieren tener qué comer a estrenar ropa. Hay más gente, de eso no hay duda, pero todavía esperamos que haya una mayor afluencia los próximos meses, cuando la inflación ya sea menor”, explicó.
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