Al cierre de este año, la incidencia de casos de descompresión en pescadores es alta y la tendencia se encamina a superar los 200 eventos de aquí al próximo 29 de febrero, cuando concluirá la temporada de captura de langosta. Hasta el pasado miércoles se había atendido 149 pacientes en la unidad de rehabilitación.
Respecto al plan de renovación de la capsula de rehabilitación, cuya vida útil terminó hace siete años, no hay ningún compromiso institucional para sustituirla el próximo año, reconocieron los integrantes del Patronato que opera la unidad.
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La adquisición de una nueva cápsula se ha gestionado desde hace cinco años; sin embargo, no ha habido avances, indicaron los directivos de las cinco cooperativas pesqueras.
Por otra parte, tampoco hay gestiones de la Autoridad municipal ante instancias estatales y federales para obtener los cinco millones de pesos que costaría una nueva cápsula.
El equipo empezó a operar en 1999. A los 15 años se le brindó mantenimiento general para ampliar la capacidad de uso.
Desde entonces, por casi 25 años, ha brindado más de 3 mil atenciones, en su mayoría a pescadores y buzos de Isla Mujeres, Puerto Juárez, Puerto Morelos, Chiquilá, Holbox y Yucatán, según el récord de atenciones.
Aparte hay cientos de atenciones a personas diabéticas que recibieron sesiones de tratamiento para sus heridas, pues con la oxigenación del cuerpo se acelera ese proceso, más que en un ambiente natural, explicaron los médicos.
Los últimos pacientes de la capsula fueron dos buzos, en Navidad. El primero se descompresionó el 24; entró a la cámara a las 15:30 horas, se confirmó un padecimiento tipo II, aunque evolucionó bien. El segundo tuvo entumecimiento de sus miembros inferiores. Ambos fueron dados de alta cinco horas después.
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HS