La joven de 23 años que fue rociada con ácido muriático retomó sus actividades y no presenta lesiones físicas en el rostro; sin embargo, aseguró que hasta el momento, no ha recibido el seguimiento de su caso por parte las autoridades ministeriales.
Brevemente, dijo a este rotativo que no desea que su imagen o nombre aparezca en los medios de comunicación; sin embargo, relató que tiene muy poca información acerca de la situación jurídica de su agresor.
La mujer indicó que lo único que sabe es que el viernes pasado se llevó a cabo una audiencia para vincular a proceso a su agresor, identificado como Josmar, de 26 años de edad; pero es toda la información que tiene al respecto.
Detalló que la única declaración que rindió fue el día en que ocurrieron los hechos y desconoce el proceso que tiene que seguir para lograr que su agresor continúe tras las rejas y evitar que vuelva atentar en contra de su vida.
“No sé nada de cómo está la situación de él; lo único que sé es que el sábado tuvo una audiencia, pero las autoridades no han hablado conmigo. No sé qué más hay que hacer; no tengo noticias de nada y tampoco he recibido atención de ningún tipo”, aseguró mientras iba a abordar el transporte hacia su centro de trabajo.
La víctima, quien pidió discreción al respecto, no presenta lesiones físicas ni tampoco secuelas visibles; incluso, al siguiente día de la agresión retomó sus actividades cotidianas y pese a que teme que vuelva a ser atacada, no recibió ninguna protección por parte de las autoridades.
Al respecto, la Fiscalía General del Estado informó que obtuvo vinculación a proceso contra Josmar "C" por su probable participación en el delito de tentativa de feminicidio en contra de una mujer de identidad reservada.
De acuerdo con los primeros actos de investigación, el ahora imputado se presentó en el domicilio de la víctima, ubicado en la Región 251 del municipio de Benito Juárez, y arrojó ácido muriático a los ojos a una persona de sexo femenino, quien es su expareja.
La agresión ocurrió el pasado jueves 26 de enero, en el fraccionamiento Paseos del Mar, cuando la víctima esperaba el transporte para acudir a trabajar y su expareja le arrojo el líquido corrosivo en el rostro.
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