El temido día llegó y es que el sargazo empezó a evidenciarse en las diferentes playas de Cancún, mediante un recorrido realizado por varios arenales, se pudo constatar el recale de la macroalga, misma que se adelantó a los pronósticos y en pleno marzo, ya ocasiona problemas en el Caribe Mexicano.
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Fue un jueves atípico en Playa Delfines, hubo poca gente en la arena y los montones de sargazo adornaban el oleaje que hoy luce un color entre verde y café, ocasionado por los kilos y kilos de esta olorosa alga que la marea trae a la orilla.
Decenas de trabajadores de la Zona Federal Marítimo-Terrestres (Zofemat) y otras dependencias del Ayuntamiento de Benito Juárez trabajaron durante toda la mañana para juntar el vegetal marino y esperar a que los tractores pasaran para llevarse esos desechos a los centros de acopio.
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Los pocos turistas nacionales que acababan de salir de un hotel se decepcionaron al sentir el viento frío y ver la playa llena de esta alga marina y preguntaron a los brigadistas si ya iban a terminar, sin que alguno de los trabajadores supiera qué responder, sabedor que es un trabajo de “nunca acabar”.
Hay que recordar que desde el inicio de año, los expertos advirtieron que la llegada de estas algas invasoras, mismas que se adelantaron tres meses al periodo normal y se prevé que este fenómeno se agudice durante el 2023.
Hoy día, casi todas las playas de Quintana Roo cuentan con una gran cantidad de talofita, de acuerdo al monitoreo diario de 80 sitios, al menos 10 presentan niveles excesivos de sargazo; otras 20 cuentan con abundante alga; 11 más cuentan con un nivel moderado; 34 registran niveles bajos de la macroalga y únicamente cinco no cuentan con talofita.
En lo que se refiere a los arenales cancunenses, hay que recalcar que se recolectaron 71 toneladas de sargazo en los últimos meses y desde entonces se instalaron cuatro puntos de acopio, en Playa del Niño, Las Perlas, Delfines y Coral, mismas que cuentan con instalaciones que permiten el acceso de vehículos y maquinaria especializada.
Estas algas empiezan a multiplicarse en primavera y es en el verano, cuando alcanzan su pico más alto, en cuanto entra el otoño decrece el volumen, si la cantidad de sargazo es muy grande y no se recolecta a tiempo (de uno a dos días después de su arribo a una playa) empieza a descomponerse y a generar gases tóxicos que son peligrosos para todo el ecosistema costero.
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NR