A 38 años de la llegada al Sur de Quintana Roode los refugiados guatemaltecos que recibieron asilo de México en 1985, al huir de la guerra civil en su país, apenas este año inició el proceso de regularización de las tierras que ocupan en las poblaciones de Maya Balam y Kuchumatán, en el municipio de Bacalar.
En el año de 1981, a través de un programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 46 mil guatemaltecos arribaron a México huyendo de la guerra civil en su país, permaneciendo en los Estados de Tabasco y Campeche, durante cuatro años, pero fue hasta finales de 1984 y principios de 1985, que el Gobierno Mexicano destinó tierras en Campeche y Quintana Roo para que se asentaran de manera permanente.
En el caso de Quintana Roo, se formaron dos campamentos, en las localidades de Maya Balam y Kuchumatán, comunidades que antes pertenecían al municipio de Othón P. Blanco y que, ahora, pertenece a Bacalar.
Se trató de familias pertenecientes a diversas etnias, entre las que se encuentran kanjobales, chujes, mames, cachequiles, kekchíes y quichés, quienes eran originarios de distintas localidades de Guatemala, principalmente ubicadas en el Norte, cerca de la frontera con México.
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El Gobierno Mexicano otorgó a estas familias más de 100 mil hectáreas en los Estados de Campeche y Quintana Roo y aunque en el caso de las ubicadas en nuestro Estado, este año se cumplen 38 años de su fundación, pero no tenían certeza jurídica de la tierra.
En estos campamentos establecieron sus propios sistemas de gobierno interno, diferentes a los mexicanos, pero con el paso del tiempo tuvieron que adoptar las leyes, usos y costumbres de nuestro país, lo que generó conflictos por la posesión de la tierra.
Los líderes de los campamentos eran quienes determinaban quienes podían tener una porción de tierra para cultivar, pero también podían quitarles este beneficio de manera discrecional, pues no existía ningún aval jurídico que impidiera que los campesinos pelearan por el terreno que en su momento se les asignó el Gobierno Mexicano.
En el año de 2022 se comenzó con el levantamiento de un censo que le permitió a la autoridad conocer el número de familias y las dimensiones reales de los terrenos proporcionados, por lo que en este 2023 se avanzó en el proceso de regularización de la tierra.
Al tratarse de terrenos propiedad ahora del Gobierno municipal, primero se tuvo que realizar la enajenación de los mismos y a través de la Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo (Ageproo), iniciar con el proceso de regularización, que impedirá que a los habitantes se les pueda despojar de sus predios, pues contarán con certeza jurídica.
En mayo pasado, autoridades del Gobierno de la Entidad anunciaron que sería para los meses de junio y julio cuando estarían en condiciones de ofrecer los primeros títulos de propiedad de los refugiados, quienes tuvieron que esperar por más de 38 años, para poder tener una fracción de tierra.
Aunque el 19 de junio se conmemoró el Día Mundial del Refugiado no se realizó ninguna celebración especial en estas zonas, pues es en su aniversario de la fundación de ambos pueblos, cuando realizan ceremonias y eventos culturales.
Actualmente, la comunidad de Maya Balam tiene poco más de 2 mil 600 habitantes, según el censo más reciente y Kuchumatán tiene aproximadamente 900 personas, en ambas localidades es la agricultura la principal fuente de ingresos de los cientos de familias.
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NR