Usuarios de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) acusaron que a casi medio año de su reapertura no se termina de mejorar el servicio y hacen falta medicamentos.
La clínica volvió a operar el pasado agosto, a un año de su cierre por labores de ampliación; sin embargo, tuvo problemas de electricidad y pasó un mes antes de superar el inconveniente.
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Al reanudarse el servicio con la comodidad requerida, surgió el problema de la carencia del personal médico y de los medicamentos, que continúa hasta ahora, señalaron derechohabientes identificados como María, Luis y José.
Pedro Zenteno Santaella, Director General del ISSSTE, había ofrecido en la inauguración de la UMF que la carencia de medicinas se iba acabar y el servicio médico también sería suficiente. “Pero al parecer sus subalternos no le hicieron caso, no hay orden”, dijeron los quejosos.
Durante las obras se habilitó módulo de la Casa de la Cultura para dar el servicio médico, pero la mayoría de los 2 mil usuarios tuvieron que ir al Hospital Comunitario o a consultorios particulares para recibir atención, pues en ese espacio provisional “casi nunca estaba el médico o llegaba tarde”, según los inconformes.
Sin embargo, el problema continúa, por lo que los derechohabientes insistieron en su llamado al Gobierno Municipal para que intervenga con gestoría ante el funcionario federal citado para meter orden, “porque con promesas no nos sanamos”.
También solicitaron más médicos en el turno matutino, porque ahora el argumento del Director de la unidad es que también es el encargado médico durante las mañanas, pero las gestorías administrativas que realiza con regularidad, le complican cumplir con sus encomiendas, según el personal de la institución.
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HS