Los escurrimientos pluviales y las lluvias intermitentes acontecidas en los últimos días continúan dejando afectaciones en las comunidades de los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco, siendo el deslave en la vía de acceso de Andrés Quintana Roo, el caso más reciente.
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La carretera que a Andrés Quintana Roo conecta con el entronque con la localidad de Reforma presentó un tramo de aproximadamente 100 metros con inundaciones, asimismo, se registraron espejos de agua a lo largo de la ruta, los cuales eran de 8 metros de largo y 10 centímetros de altura.
Estas inundaciones han dejado incomunicados a los pobladores de dicha comunidad, donde se ha visto imposibilitado el acceso, representando también un peligro para los ciudadanos.
En tanto, Protección Civil informó que en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, DIF Estatal y la Marina, se está realizando la entrega de apoyo alimentario y de primera necesidad a las familias afectadas.
Además, las autoridades se encuentran evaluando las condiciones con el fin de llevar a cabo las tareas para restablecer la conectividad terrestre.
Este hecho representa otro incidente más en las carreteras de las comunidades de la zona sur del estado, como consecuencia del paso de la tormenta tropical “Nadine”, sus lluvias remantes, así como de las condiciones climatológicas en los últimos días.
Comunidades como Morocoy, Revolución, Tres Garantías, Tomás Garrido, Cedral, Miguel Alemán, Río Verde, El Tesoro, entre varias otras, han presentado severas inundaciones, deslaves en las vías carreteras, dejándolas incomunicadas.
Ganaderos de la zona sur afectados
El sector ganadero ha sido uno de los principales afectados por las inclemencias del tiempo, al tener que desplazar su ganado para salvaguardarlo de las zonas inundadas.
Aunque tampoco han sufrido mayores daños, principalmente, porque los grupos ganaderos han tomado medidas de prevención al ver cómo iban transcurriendo las lluvias en las últimas semanas.
En los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar han sido aproximadamente más de 12 mil cabezas de res, es decir, cerca del 10 por ciento de la producción total, que se han tenido que mover.
Ahora, esperan que conforme avance el mes de noviembre se dé por cerrada la temporada de lluvias en la región, lo que permitirá regularizar la situación y regresar a los animales a sus zonas.