Al menos 28 hectáreas de pastos marinos han desaparecido de la bahía del Parque Nacional de Isla Contoy, lo que complica la llegada de la langosta. Pescadores requirieron a especialistas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) investigar la causa, aunque se sospecha la presencia masiva de tortugas.
“Antes ahí arribaba mucha langosta para alimentarse, ahora es puro arenal. Vemos a muchas tortugas alimentarse en el sitio; creemos que es la principal causa de la devastación de pastos”, dijo un hombre de mar, quien solía colocar sus redes en el lugar.
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El personal de la Conanp no ha emitido postura al respecto; y tampoco hay un programa de repoblamiento de la zona de pastos como ha ocurrido en Estados Unidos.
Esta transformación negativa del área de alimentación del crustáceo representa un mal presagio, por las posibles repercusiones que habrá en la bahía de Isla Contoy cuando comiencen a escasear las sardinas.
Otra evidencia es la disminución de la captura del pez escribano, especie esencial para la pesca deportiva. En la ínsula sólo hay un permisionario, Daniel Ávila, quien tiene bajo volumen de captura.
“Ya no es negocio esta captura, por eso se retiró el otro señor”, comentó un miembro de su familia al abordar el tema. Esta carnada tiene poca demanda. Aunque se vende a 15 pesos por pieza.
En esta temporada de pesca deportiva, los yates extranjeros que arriban para capturar marlín azul, pez vela y dorado, entre otras especies, traen sus propias carnadas desde la Florida, señalan.
Respecto a la versión que hay mucha tortuga en los alrededores de Isla Mujeres, fenómeno relativamente reciente, el primero en hablar del tema fue el exalcalde Ariel Magaña “Picho”, hace unos 15 años, quien solicitaba que se autorizará una cuota de captura para los pescadores isleños.
No fue escuchada su petición, pues la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reiteró que la veda de las especies caguama, blanca y carey, era permanente en la región, y no hay margen para considerar alguna cuota.
Algunos pescadores insisten en el tema pues cuando bucean se topan con muchos ejemplares, y los responsabilizan de la desaparición de una zona de pastos marinos de 7 kilómetros de largo por cuatro kilómetros de ancho, en la bahía, fuera del perímetro de 1.5 km.
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HS