Una mujer detenida por supuestamente incurrir en el delito de extorsión en Cancún y que actualmente se encuentra recluida en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, denunció una serie de acosos mediante una carta dirigida a la opinión pública el pasado 14 de febrero, aunque según sus familiares, por ese motivo se encuentra junto con su bebé, de nueve meses, en un área de castigo desde el 22 de febrero, sin que tenga acceso a sus familiares, por lo que no han podido constatar la integridad de la infante.
La mujer fue trasladada desde Cancún hacia Chetumal, luego que un Juez determinó vincularla a proceso penal tras ser detenida en posesión de supuesta droga y, según lo informado en su momento, por pertenecer a una banda relacionada con la extorsión.
Se trata de Abelda N., quien en una carta fechada el 14 de febrero, en Chetumal, expuso que para esa fecha tenía dos meses de haber sido integrada a la población femenil, puesto que durante un mes estuvo encerrada “en resguardo”.
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Explicó que una vez que fue integrada con la población femenil compartió celda con Citlaly N., con quien comenzó a tener una serie de problemas, pues sufrió acosos y abusos de su parte y de otra interna identificada como Alejandra N., de quien dijo, inclusive, llegó al grado de tocarle sus senos y glúteos, sin su consentimiento.
En la carta refirió que su compañera de celda Citlaly N., en ocasiones la mantenía encerrada en ese espacio, generando que no pudiera realizar otras actividades, únicamente por no ceder a sus exigencias, algunas deíndole sexual.
“En ocasiones me dejaba encerrada en la celda con candado y me decía que era porque ella -Citlaly- soñaba que me apuñalaban”, explicó en la misiva.
La carta fue entregada a la Dirección de la cárcel a través de sus familiares, pero en lugar que existiera la intervención de las mismas, sólo se acentuaron los castigos.
Los familiares señalaron que desde el pasado 22 de febrero se encuentra incomunicada en un área de castigo, pues no han podido hablar con ella, aún y cuando arribaron a Chetumal para verla y constatar el estado de salud de su hija, de nueve meses de nacida y quien se encuentra junto con ella.
La preocupación de los familiares es que la menor pudiera encontrarse en riesgo, por lo que han solicitado la intervención de las autoridades, sobre todo de aquellas encargadas de la protección de los menores, con la finalidad de que puedan velar por los derechos de la niña.
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AT