La saturación en el Aeropuerto Internacional de Cancún es evidente, con horas pico en las que muchas aerolíneas se ven obligadas a respetar sus horarios de salir o aterrizaje.
Noticia destacada
Aeropuerto de Cancún: Contaminación visual afecta la experiencia turística de visitantes
Noticia destacada
Transportistas se quejan de las condiciones de los baños de la terminal 2 del aeropuerto de Cancún
Los inconvenientes que esto genera en los itinerarios de los viajeros son muchos y muy variados. Uno de ellos es para quienes viajan cerca de la medianoche, esperando tomar el último autobús de ADO que sale del aeropuerto hacia Cancún o hacia Playa del Carmen.
Sin embargo, cuando el avión se retrasa por lo menos una hora, el plan del viajero se cae por tierra, pues queda a merced de los taxistas del aeropuerto que no cobran menos de 700 pesos hacia cualquier punto de Cancún y más de 1,200 pesos si se trata de algún punto en la Riviera Maya.
Y es que el último camión del ADO que sale del aeropuerto con tarifa de 125 pesos hacia Cancún tiene su última salida a las 12 de la medianoche, por lo que todo el que llega después de esa hora debe ir preparado a desembolsar un gasto mucho más alto de lo previsto o hablarle a algún familiar caritativo que pueda hacerle el favor de pasar por él.
Este es el caso de decenas de viajeros a los que se les ve parados a la medianoche esperando ser recogidos por un auto particular, mientras son asediados por los vendedores de transporte a las afueras de la terminal, donde también se mezclan enganchadores pirata que también ofrecen sus servicios, aunque con precios poco accesibles para la mayoría de las personas.
Nadie se atreve a revelar que aún después de la media noche existe una última opción para quienes no pudieron captar la última corrida del ADO a las afueras de la terminal 2.
Se trata de un servicio de transporte colectivo de esta misma empresa que cobra 150 pesos por traslados hasta la terminal de autobuses de Cancún, pero del cual sospechosamente muy pocos conocen de su existencia.
Saliendo de la terminal dos, se debe poner mucha atención para poder dar con ella, pues lo que más salta a la vista son las decenas de carteles y ofrecimientos de taxistas apostados a las afueras del edificio.
Una vez localizada y cubierto el importe, se debe esperar a que el transporte se llene para que se ponga en movimiento. Pese a ello, es la opción menos onerosa para quienes ya no alcanzaron a subirse la última corrida de los autobuses colectivos.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
AT