Quintana Roo

"Cancún, la isla de los hombres solos”; el peculiar sobrenombre que tenía la joya del Mar Caribe en 1975

La ciudad de Cancún acogió a cientos de familias que sólo venían por unos meses y se quedaron para siempre, y en sus inicios era conocida como la 'isla de los hombres sólos'
Cancún se ha convertido en un gran destino turístico / Especial

Ayer se conmemoró el aniversario 54, de la fundación de Cancún, ciudad que encierra un sin fin de anécdotas, gracias a los grandes personajes que llegaron a principios de los años 70 y que son conocidos como Los Pioneros.

Éstos recientemente organizaron varias actividades para conmemorar el cumpleaños de la ciudad que los acogió con los brazos abiertos. Esta celebración también está cargada de nostalgia, sobre todo por las personas que ya se adelantaron, pero al mismo tiempo encierra una gran felicidad al ver la evolución de la urbe y del legado de esos 54 años.

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Cuando hablamos de Los Pioneros de Cancún es inevitable pensar en Abel Durán, quien venía sólo por unos meses –como mucha gente- para instalar el aire acondicionado del aeropuerto de una ciudad naciente, que en 1974 no ofrecía lo que otras urbes.

Sin embargo, hizo amistad con importantes políticos de la época, y aunque siempre se mantuvo al margen de algún cargo, a pesar que se lo ofrecieron, optó por establecerse y dedicarse a las artesanías. A la fecha aún conserva un local en el Mercado Ki-Huic, uno de los más emblemáticos de Cancún.

Abel Durán llegó a Cancún en de enero de 1974, es decir nueve meses antes que se decretara a Quintana Roo como Estado libre y soberano. Venía de la Ciudad de México por un par de meses, pero por razones que se desconocen, la obra del aeropuerto se detuvo y no se inauguró sino hasta abril de 1975.

En esos años había muy poco en qué distraerse, se estaba haciendo la Bodega del Teniente, en un predio con monos araña en los árboles; había una sola gasolinera, campamentos de diversas compañías que llegaban a construir la ciudad, y en lo que ahora es mercado El Parían, había un lugar donde se hacían bailes.

A Cancún en ese tiempo le llamaban “La isla de los hombres solos”. El Mercado 23 aún no existía, sólo algunos puestos de lámina y el Mercado 5 (hoy Ki-Huic, estaba en construcción), junto con el Palacio Municipal. Todo lo demás era monte y la ciudad terminaba en la Uxmal donde estaba el Cine Maya a cielo raso. Éste y el de Puerto Juárez, eran los únicos establecimientos en su tipo, y los asistentes tenían que llevar su propia silla, o un ladrillo, para sentarse.

En ese lugar, todos los fines de semana llegaban de Chetumal camionetas con mercancía de importación (whisky, ropa, etcétera).

El expresidente municipal (1996-1999), Rafael Lara Lara, narró a POR ESTO! que uno de los aciertos de la planeación de Cancún fue colocar por un lado el Aeropuerto, por otro la Zona Hotelera y aparte la ciudad de servicios, como se le llamaba.

Aunque la ciudad se diseñó con la arquitectura del plato roto, para que todos circularan por las calles exteriores y las interiores conectaran sin necesidad de caminar mucho, el primer gran cambio se dio ocurrió con la explosión demográfica, y por eso la colonia Puerto Juárez es de cuadrículas.

Otro cambio significativo es que todos los empleados que llegaron para la construcción de Cancún migraron a la hotelería con el paso del tiempo.

El doctor Frank Mendiola, nació en esta ciudad y candidato a Diputado local, es hijo de médicos. Su abuelo también fue médico y consideró que han dejado huella en Cancún. Mencionó que entre los principales cambios que ha visto están las vialidades, pues ya no hay hacia dónde hacerse, por lo que urge un periférico. Además que el crecimiento de la ciudad ya es alarmante.

Recordó que cuando era niño, andaba en bicicleta, iba a los campos de fútbol, los changos se les cruzaban en la Supermanzana 21, mangas de langostas se les pegaban en los equipos de futbol, había tucanes, pericos y cardenales; pero ahora los niños están frente a una computadora porque no hay centros de recreación, además de que antes podrían dejar la bicicleta en la calle y nadie se las robaba.

Don Salvador Pérez Blas, dijo que antes de la fundación de Cancún se ofrecían terrenos muy baratos como una estrategia de poblar el lugar.

Él llegó como trabajador social especialista en desarrollo de la comunidad y fue contratado para hacer el censo, para que se asestaran las primeras instituciones de la comunidad, como centros de salud, escuelas, oficinas de servicios etcétera, pues sólo existía la Cruz Roja con una ambulancia.

Poco a poco fue llegando más gente de lugares como Monterrey, la Ciudad de México y otras urbes para trabajar y, de ser posible, quedarse a radicar.

Evidentemente coincidió en que en esa época no había mucha diversión (1974); sin embargo, se las arreglaban, se iban a tomar un refresco con los conocidos o una cerveza. Se iban a bañar a las playas, porque no había mucha agua en los campamentos, pero aún así, se enamoró del lugar y decidió establecerse, aunque como muchos, también venía sólo por tres meses.

Celso Toledo Matus llegó hace 55 años. Recordó que vino como topógrafo para realizar el levantamiento a la orilla de la laguna, pues él fue uno de los personajes que construyó el primer puente de la laguna Nichupté, pero desconoce si alguna vez se le ha dado mantenimiento, de hecho nota que ya se ha deteriorado. Como experto dijo que se les debe prestar mayor atención a las estructuras que están en contacto con el salitre.

Lidia Aguilar y Espadas contó que extraña ir a las playas vírgenes, donde colgaban sus hamacas los domingos, pues había poco qué hacer cuando ella llegó, en 1970.

Vivió en Puerto Juárez y luego se mudó a un campamento, donde ahora se ubica el Palacio Municipal, pero ambos coincidieron, en que el Cancún actual no lo cambian por nada, pese las cosas negativas que pueda tener la ciudad, y también señaló que las autoridades deben verificar las condiciones de ese puente, que les puede dar un buen susto si no se le realiza el mantenimiento adecuado.

Fundación

Cancún se fundó en una región casi desierta del Caribe Mexicano. Su costa estaba compuesta de pantanos, manglares, selva virgen y playas inexploradas. Incluso su nombre no estaba claro: algunos mapas lo describían como “Kankun” que significa “olla de serpientes” o “nido de serpientes” en lengua maya, pero en los primeros documentos de Infratur (Fondo de Promoción e Infraestructura Turística), se escribía “Kan Kun”, y ocasionalmente, “Can Cún”, (en español), palabra que fue deformándose con el tiempo, hasta su nombre actual de “Cancún”.

Para este aniversario, las autoridades municipales colocaron una impresionante y detallada cronología fotográfica desde 1958, cuando el entonces Presidente Adolfo López Mateos creó el Consejo Nacional de Turismo, enfocado al desarrollo de distintos destinos y con la intención de descubrir más lugares.

En 1961, el Huracán Carla, de categoría 4 y con vientos máximos de 280 kilómetros por hora, pasó sobre las costas de Quintana Roo, provocando daños en Holbox, Cozumel, Isla Mujeres y Puerto Juárez.

En 1964, López Mateos visitó Isla Mujeres para inaugurar el hotel Zazil-Ha, pero fue hasta 1967, cuando el proyecto de Cancún, que contaba con el consentimiento del entonces Gobernador Javier Rojo Gómez, y Ernesto Fernández Hurtado, Subdirector del Banco de México, salió a la luz.

Entonces, se le encargó a Antonio Enrique Savignac recorrer los principales destinos turísticos del país y del extranjero para realizar el diagnóstico sobre la actividad turística y las posibilidades de México en dicho terreno, fue así que el proyecto de Cancún fue aprobado y presentado al presidente Gustavo Díaz Ordaz.

En 1968, el empresario hotelero, José de Jesús Lima Gutiérrez, construyó la primera casa de lo que sería la Zona Hotelera, en el kilómetro 3.5 del boulevard Kukulcán.

En ese mismo año se creó el Infratur para analizar y consolidar el crecimiento de los destinos turísticos y desarrollar nuevos centros turísticos. Fue así que el proyecto Cancún finalmente se aprobó de forma oficial en 1969, pero no fue sino hasta enero de 1970, cuando la empresa Consorcio Caribe estableció el primer campamento de trabajadores de origen maya, de los que sólo tres hablaban español, y por eso la fecha de su creación o fundación dataría de ese año.

Los objetivos iniciales del proyecto fueron abrir un camino desde Puerto Juárez a la isla, diseñar un Plan Maestro de Desarrollo y construir una pista de aterrizaje provisional (ubicada en el área designada para el desarrollo de la ciudad, en el sitio de la actual Avenida Kabah), frente al parque ecológico) y se inauguró la primera torre de control del aeropuerto, conocida como “Rarotonga” por los obreros, hecha de columnas de zapote, recubiertas de palma.

La sala de espera era una palapa y desde esa torre se supervisó la llegada del primer vuelo comercial, proveniente de Mérida con 44 pasajeros.

En 1970 comenzó el desmonte y la apertura de brechas, conectándose por primera vez la isla Cancún con la Zona Continental, a través de un puente de madera, sobre el canal Nichupté.

En ese año, el ingeniero Rafael Lara Lara llegó como el primer profesionista en establecerse con su familia en Cancún. Según el censo de población, había 376 habitantes y comenzó a dar servicio la primera gasolinera ubicada en La Luna, sobre la actual avenida

Actividades de aniversario

Como parte de las actividades conmemorativas del 54 Aniversario de Cancún, pioneros y autoridades del Ayuntamiento de Benito Juárez, así como ciudadanía en general participaron en el homenaje cívico realizado a un costado lateral de la Plaza de la Reforma del Palacio Municipal.

Más tarde, Diego de la Peña García, pionero de la hotelería recibió la Medalla al Mérito Ciudadano “Sigfrido Paz Paredes” en su edición 2024, en el marco de la Décima Sesión Solemne de cabildo.

La trayectoria de más de 50 años de Diego de la Peña García, un referente en el desarrollo e historia de la ciudad fue presentado a través de un audiovisual, en el que también se dio a conocer la semblanza del galardonado.

De la Peña llegó a Cancún en 1972, como constructor, acompañado de su tío José García de la Torre, con quien se aventuró a edificar el primer centro de hospedaje: el Hotel Playa Blanca, ubicado en el kilómetro 3.5 del boulevard Kukulcán, a partir de allá comienza su aporte a la industria turística del destino.

También se destacó el desfile de la identidad cancunense, que partió desde el domo Jacinto Canek, ubicado en la avenida Chichén Itzá, hasta el Palacio Municipal, un derrotero de autos, que incluyó marcas y modelos antiguos y recientes que captó la atención de propios y extraños. En el recorrido se pudo observar un convertible de modelo antiguo que era conducido por un personaje que portaba la máscara de plata de “El Santo”.

Por la tarde, la fiesta se concentró en la Plaza de la Reforma con un vasto elenco musical, que incluyó la presentación de la Banda de Música del Ayuntamiento de Benito Juárez, bailes del Son May-Hi, Coco Bongo y hasta las Mañanitas a Cancún con el Mariachi Vino Tinto.

Además de la Orquesta Musical Sonora Cancún y la Orquesta de Seguridad Ciudadana del Estado.

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JG