
El Caribe Mexicano enfrenta nuevamente un arribo masivo de sargazo. Municipios como Puerto Morelos, Cozumel, Playa del Carmen, Tulum, Othón P. Blanco y Felipe Carrillo Puerto han reportado una acumulación significativa de la macroalga, que afecta la calidad de las playas y, consecuentemente, la actividad turística.
Esteban Amaro, presidente de la Red de Monitoreo del Sargazo en Quintana Roo, informó que desde mediados de febrero se ha observado un incremento en la llegada del alga; sin embargo, se intensificó en los últimos días, especialmente en Mahahual e Xcalak, en Othón P. Blanco, así como en Cozumel, el Parque Nacional Tulum, Playa del Carmen, principalmente en el área de El Recodo, Puerto Morelos, Bahía Petempich y Punta Nizuc. Se estima que durante esta temporada podrían arribar hasta 25 mil toneladas de la planta.
En un recorrido, se pudo observar que Cancún tuvo muy poco recale de esta alga, lo que permitió a turistas y locales aprovechar las playas; además que elementos de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), limpiaron la arena de algunos litorales.
Además del impacto en el turismo, el sargazo también afecta la actividad pesquera. Hombres de mar de la zona señalaron que la acumulación de la macroalga en aguas poco profundas dificulta la navegación y daña los motores de las embarcaciones. Asimismo, se ha reportado una disminución en la captura de especies como el mero y la langosta, lo que representa una afectación económica para quienes dependen de la actividad como sustento.
El problema del sargazo no sólo altera el ecosistema marino, también tiene efectos en la salud pública. De acuerdo con estudios del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, el sargazo en descomposición libera sulfuro de hidrógeno, un gas que puede provocar irritación en los ojos y vías respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes. En algunas comunidades costeras, los habitantes han manifestado molestias por el fuerte olor que emana del alga acumulada en la orilla.

Tulum
La temporada de sargazo comenzó a mostrar sus efectos en las playas, afectando particularmente a Punta Piedra, una de las pocas zonas de libre acceso para turistas y locales.
La acumulación de algas marinas está modificando la experiencia de los visitantes y deteriorando la imagen del destino, que enfrenta nuevamente el desafío ambiental del arribo masivo de sargazo.
En un recorrido de PorEsto!, varios visitantes manifestaron su inconformidad al encontrar la playa cubierta de algas. “Sólo venimos a ver, no tanto a meternos al agua. Creo que se prefieren otras playas encima de esta por el sargazo”, comentó uno.
Aunque en algunos sectores se observa mayor limpieza, la llegada intermitente de la macroalga mantiene la incertidumbre sobre las condiciones del mar. “Hace 15 días vinimos y estaba la playa genial, fenomenal. Ahora venimos otra vez y nos recibe el sargazo. Pero también se ve que están limpiando, y eso es buena señal”, expresó otro turista.
Pese a los esfuerzos de brigadas locales para mantener limpia la franja costera, la diferencia entre playas públicas y privadas es evidente. En los clubes privados, donde se cuenta con mayores recursos para mantenimiento, las condiciones son más favorables.

“Obviamente, si son privadas, hay más presupuesto y más maneras de mantenerlas porque cobran”, indicó un tercer bañista.
El contraste impacta especialmente a quienes buscan opciones gratuitas. “A mí me encanta esta playa y creo que vale la pena venir. Pero sí es difícil competir con playas privadas cuando hay tanto sargazo”, dijo un residente.
De acuerdo con informes recientes, más de 450 kilómetros de la franja costera de Quintana Roo han registrado el primer arribo masivo de sargazo en lo que va del año. Las zonas más afectadas incluyen la costa este de Cozumel, el Parque del Jaguar y el sur de Playa del Carmen. Se prevé que, en los próximos días, las condiciones climáticas -con lluvias y tormentas eléctricas- contribuyan a arrastrar más sargazo hacia la costa.
Autoridades ambientales y municipales aún no han emitido un plan de acción para enfrentar la temporada 2025, lo que deja en incertidumbre tanto a prestadores de servicios turísticos como a visitantes. Mientras tanto, Punta Piedra -una de las últimas playas públicas de Tulum- continúa resistiendo ante un fenómeno natural que, año con año, pone a prueba la resiliencia del destino.
Felipe Carrillo Puerto
Pescadores y pobladores de los asentamientos humanos Punta Herrero y la isla María Elena, se encuentran preocupados debido a que las costas ya están invadidas por el sargazo, y no se tiene el apoyo de las autoridades para contrarrestarlo.
“En estas últimas semanas, los pescadores se han percatado de la presencia del sargazo en las playas, y hasta el momento no se ha podido hacer nada, ya que no se cuenta con las herramientas necesarias para poder limpiar la zona”, dijo el subdelegado de la ínsula.
Reveló que el año pasado ocurrió lo mismo y en algunas ocasiones no podían pegarse al muelle para desembarcar. Temen repetir la misma situación.
El subdelegado de Punta Herrero, Javier Chan Chan, mencionó: “actualmente tenemos la invasión del sargazo, lo que perjudica con las actividades turísticas que se realizan en estas costas del municipio. Más aun cuando sabemos que en la temporada de vacaciones de Semana Santa, llegan un sinnúmero de turistas, tanto nacionales como extranjeros, para disfrutar de las playas”.

La fuente señaló que es importante que las autoridades tomen en cuenta lo que se está viviendo en estos asentamientos humanos, y se sumen para poder enfrentarlos.
Esta situación ahuyenta a los visitantes, debido a que no cuentan con una playa para nadar, y al os mismos pescadores se les ha complicado romper la barrera que se forma, por ello urgieron a atender este fenómeno.
No son los únicos asentamientos afectados, también en Vigía Chico hay presencia de sargazo, lo que genera malos olores cuando empieza a descomponerse.
En Punta Herrero radican, por lo menos, 178 personas, principalmente trabajadores del mar, que se dedican a la pesca y a las actividades turísticas.