
Es a partir del 2010, que una decena de escuelas, de las 188 de educación básica que hay en el municipio, cerraron sus puertas por falta de alumnos, debido especialmente a la migración de las familias de las comunidades hacia la cabecera municipal, por lo que los apoyos del sistema de educación indígena, gestionado por el Gobierno federal, dejaron de proporcionarse.
Del total de centros de enseñanza, aproximadamente el 30% eran atendidas por el sistema de educación indígena, mientras que el 70% restante correspondía a la formal.
Desde entonces, dichos centros pasaron a ser gestionados por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), y así permanecen hasta la fecha.
Uno de los primeros planteles que dejó de recibir atención en el municipio fue la primaria “Pípila”, ubicada en la comunidad Santo Domingo. En esta localidad, muchas familias emigraron a la cabecera municipal en busca de mejores oportunidades, por lo que actualmente solo queda una de las 15 que residían ahí.
Demetrio Flota Medina, el último maestro de esa escuela y ahora jubilado, explicó que la institución cerró debido a la falta de estudiantes. Señaló que, para justificar la presencia de un docente, al menos 15 alumnos tienen que estar inscritos.

Otra institución afectada fue la primaria “10 de Diciembre”, situada en la comunidad Mariano Matamoros. Desde 2010, la matrícula comenzó a disminuir debido a la migración de las familias. El último profesor de educación indígena en esa escuela fue Juan Carlos Huchin Serralta, quien comentó que, al reducirse el número de estudiantes, el sistema ya no pudo sostener la operación del plantel, por lo que tuvo que ser reubicado.
Entre 2012 y 2020, otras escuelas de educación primaria y preescolar indígena también cerraron por falta de alumnos. Entre ellas se encuentran la “Vicente Guerrero”, en Javier Rojo Gómez; “Belisario Domínguez”, en Rancho Viejo; “Rafael Ramírez”, en El Martirio; Benito Juárez”, en Pedro A. Moreno; y “Cuauhtémoc”, en Adolfo de la Huerta.
En algunos casos, los preescolares indígenas también fueron desatendidos, aunque no hay registros precisos, porque el Conafe anunciaba la apertura de centros educativos en ciertas comunidades sin especificar si reemplazaban a planteles de educación indígena preexistentes.

Disminuye la población estudiantil
En varias comunidades, como en Mariano Matamoros, donde dejaron de operar las escuelas indígenas, Luis Pech, autoridad local, confirmó que la causa principal fue la baja en la cantidad de alumnos.
Explicó que la falta de niños en edad escolar provocó la retirada de los docentes de educación indígena. Inicialmente, el Conafe envió un profesor, pero con el tiempo, la matrícula se redujo de seis a tres estudiantes, lo que llevó al cierre definitivo de la escuela.
Los niños que quedaron sin concluir la primaria fueron trasladados a El Naranjal para continuar sus estudios, mientras que el plantel ahora funciona como bodega y resguarda madera. En la comunidad, que antes tenía más de 50 familias, actualmente sólo permanecen cuatro.
Un caso similar ocurrió en Rancho Viejo, donde la educación indígena dejó de impartirse en 2013 debido a que se quedó con sólo 10 alumnos. Posteriormente, un profesor del Conafe atendió la escuela durante tres años, pero al concluir la primaria los últimos estudiantes, el plantel cerró de manera definitiva.
En Javier Rojo Gómez, las dos escuelas que operaban, un preescolar y una primaria, cerraron en 2012. Como no había suficientes alumnos, el Conafe tampoco asignó docentes, y los pocos niños que quedaron fueron enviados a estudiar a La Esperanza, según informó Felipe Pech, delegado de la comunidad en ese entonces.

Datos oficiales
De acuerdo con la página Escuelas México, en José María Morelos existen 188 centros educativos, incluyendo planteles de nivel inicial, de doble turno, primarias indígenas y formales, secundarias y cursos comunitarios atendidos por el Conafe.
Informa que en el municipio existen 37 escuelas en donde se otorgan cursos comunitarios de nivel preescolar primaria y secundaria. Estos son ofrecidos por educadores del Conafe. Algunas de las comunidades con escuelas operadas por el Conafe:
· Lagartos (kínder)
· Aguada La Presumida (preescolar)
· Lázaro Cárdenas (secundaria y preescolar)
· San Isidro Poniente (secundaria)
· San Carlos (preescolar y secundaria)
· San Felipe Segundo (preescolar)
· San Antonio Tuk (preescolar indígena)
· El Triunfo (preescolar indígena)
· La Carolina (preescolar indígena)
· El Martirio (preescolar y secundaria)

· Insurgentes(preescolar)
· San Marcos (preescolar y secundaria)
· Aguada La Presumida (primaria)
· El Martirio (primaria y secundaria)
· Sabana San Francisco (Secundaria comunitaria)
· Mariano Matamoros (preescolar indígena)
· Adolfo de la Huerta (prescolar indígena)
· San Felipe Oriente (prescolar indígena)
· Comenitas (primaria indígena)
· Pozo Pirata (secundaria)
· Venustiano Carranza (secundaria)
· Nuevo Plan de la Noria (secundaria)
· Tabasquito (secundaria)
· Colmenitas (primaria)
En la lista aparecen también Mariano Matamoros, Javier Rojo Gómez y Rancho Viejo, aunque se sabe que en estas localidades las escuelas dejaron de funcionar y la infraestructura educativa se encuentra en deterioro por falta de uso.
La primaria indígena “Pípila”, de Santo Domingo ya no aparece en el registro, lo que indica que fue dada de baja oficialmente. Este plantel fue el primero en cerrar dentro del sistema de educación indígena.

Rol fundamental
Los profesores del Consejo Nacional de Fomento Educativo, en su mayoría jóvenes becarios, desempeñan un rol fundamental en el aprendizaje de la niñez en las comunidades de la zona maya. Por ello, reciben capacitación continua.
A finales del año pasado, docentes del Conafe participaron en un curso de actualización en la Universidad Intercultural Maya. Orlando Balam, coordinador del programa en el municipio, informó en esa ocasión que el organismo tiene presencia en 15 comunidades del municipio, atendiendo a 700 niños en los niveles de educación inicial, preescolar, primaria y secundaria.
Indicó que en algunas localidades sólo se imparte educación inicial, mientras que en otras hay preescolar, primaria o secundaria, e incluso en ciertos casos se cubren los tres niveles de educación básica.
Aseguró que los habitantes de las comunidades donde opera el Conafe están satisfechos, pues consideran que los Gobiernos se preocupan por la educación de sus hijos.
En resumen, una parte significativa de la educación en José María Morelos es atendida por docentes de sistema formal, indígena y del Conafe.