Quintana Roo / Cancún

Ruleteros imponen su ley, sin que el Imoveqroo o los legisladores actúen a favor de los ciudadanos

Usuarios de taxis en Cancún coincidieron, sin excepción, en que los conductores son los únicos que deciden cuánto van a cobrar por cada viaje, porque no existe autoridad que los regule ni se asegure que se respete la tarifa autorizada.

En su opinión, esto debería ser un tema que forme parte de la agenda urgente de los diputados locales, por ser algo de interés ciudadano, agregaron.

Sin embargo, el pasado miércoles el diputado Alberto Batún, aunque dijo que sí hay una mesa de análisis, se “lavó las manos” respecto a la aplicación y cumplimiento de la ley, pues esto le corresponde al Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo).

En este sentido se consultó al diputado y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Jorge Sanén Cervantes, y a la también legisladora e integrante de la Comisión de Movilidad del Congreso, para ver si han considerado alguna iniciativa para regular las tarifas y poner fin al conflicto entre Uber y los taxistas; sin embargo, no se obtuvo respuesta.

También se buscó la opinión de Rodrigo Alcázar, titular del Imoveqroo, pues Batún le dejó el balón en su cancha, pero tampoco respondió a Por Esto!

Los ruleteros son señalados como perpetradores de la inseguridad en Benito Juárez / Mario Hernández

“De acuerdo al sapo es la pedrada, si les queda te llevan, pero sabes que te van a cobrar lo que quieran, por eso antes de subirme pregunto cuánto me van a cobrar, no sé quién se encargue de las tarifas, pero sí creo que los diputados deberían hacer algo al respecto. No sé si les corresponda, pero alguien debe hacer algo para que se respeten las tarifas; cada 6 meses las aumentan, ¿en qué momento se anunció el incremento? Hasta donde yo sé, la mínima era de 35 pesos y nadie te cobra eso ni en un viaje corto”, dijo un ciudadano.

Al ser cuestionados sobre el deslinde de los legisladores del tema del transporte en general y de los taxistas en particular, observaron que alguna autoridad debe frenar las arbitrariedades de los trabajadores del volante, no sólo en el tema de las tarifas, sino también en los conflictos con los conductores de las plataformas.        

Este sector se ha visto involucrado en hechos de alto impacto, como “levantones” / Mario Hernández

“A mí no me interesa si es taxista o del Uber, lo que necesito es que me lleve a donde voy y me cobre lo justo, y son contados los taxistas que lo hacen. No voy a generalizar, pero todo mundo sabe que se paran cuando quieren y te llevan si quieren. Si ellos no quieren trabajar, no entiendo porqué no dejan en paz a los que si quieren (plataformas) y si ni Tránsito ni el Imoveqroo hacen algo, pues sí, entonces que los diputados hagan algo, que realmente es urgente para los ciudadanos y que legislen al respecto”, dijo Ana María Oropeza, usuaria de ese tipo de transporte. 

Admiten cobros ilegales

A mediados de septiembre, Rubén Carrillo Buenfil, líder de los taxistas de Quintana Roo admitió que sus agremiados cobran más del doble de lo que la ley permite, y aún así buscan aumentar su tarifa.

El mes pasado iniciaron las negociaciones con el Imoveqroo para el incremento, que pretendían que fuera del 42 por ciento, con la excusa de que la inflación ha mermado sus ganancias y que les servirá para renovar sus vehículos.

El dirigente señaló en esa entrevista que el precio oficial por viaje es de 37 pesos, según la zona de la ciudad, aunque algunos cobran 80 por lo menos.

Aunado a esto, el sindicato de taxistas recibe hasta dos quejas al día, tanto por cobros irregulares como por malos tratos. Además, se ha ventilado la relación de algunos operadores con hechos de alto impacto y acusaciones de narcomenudeo y extorsiones.

Los ciudadanos, principalmente mujeres, temen por su seguridad al abordar uno de estos vehículos. Sobre todo luego que hace unos días se diera a conocer el caso de una joven universitaria que presuntamente fue privada de su libertad por un ruletero.

Por si fuera poco, los conflictos entre el gremio y los conductores de plataformas de transporte han dañado la imagen turística del destino, sin que las autoridades tomen acciones efectivas al respecto.