La decadencia en el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” es clara, pero independientemente de los temas legales, por estar inmerso en una amplia investigación judicial, al usuario lo que le importa es el servicio y desde luego el costo.
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En un breve sondeo ciudadano, el 90% de las personas entrevistadas indicó el mal estado de las unidades, que son viejas, sucias y no tienen aire acondicionado, a menos que sean de sitio o de la zona hotelera, mientras que el porcentaje restante, no le dio importancia a las condiciones de los vehículos.
“Pues mal, yo por eso prefiero Uber o DiDi, primero porque llegan hasta tu casa, no tienes que estarles rogando como a los taxistas que te lleven, el Uber trae aire acondicionado y los coches son nuevos o seminuevos, mientras que los taxis casi nunca tienen aire o los choferes no lo ponen, las unidades están sucias, viejas, el ruletero siempre anda mal vestido y por lo general son groseros, seguramente no todos, pero por mi experiencia, así los considero”, dijo Dulce Alvarado.
Otros usuarios coincidieron con esa mala imagen de algunos taxistas, agregaron que el costo es muy elevado, aun cuando se trate de viajes cortos; además que, en muchas ocasiones no quieren llevar pasaje a las colonias irregulares, y lo peor es que nunca van por el rumbo que necesita el viajero.
“Lo que más molesta es que se paran, aunque ya vayan con gente, y cuando les dices a dónde vas, no les queda, pero, aunque vayan solos, si no les gusta el rumbo a donde de vas, sencillamente no te llevan o te quieren cobrar el doble, mientras que el Uber ya sabe a dónde vas, siempre hay carros disponibles y el precio es justo”, aseveró Pedro Barragán.
El grueso de los entrevistados no ven con buenos ojos a los taxistas, generalmente han tenido malas experiencias. Lamentaron que estén empeñados en no permitir que Uber sea su competencia y que, además, en ocasiones actúen de forma violenta contra lo operadores de las plataformas.
Sin embargo, también hubo usuarios -los menos- que admitieron que mientras los lleven a sus destinos el tema de la vestimenta o las condiciones de la unidad no les importa.
“Pues me da igual, mientras me lleve y no me cobre caro, está bien, no he tenido quejas del servicio, las combis están peor y en Uber nunca me he subido, así que no puedo decir sobre eso”, indicó Valeria Puc.