En Quintana Roo hay más de 25 mil venezolanos con residencia permanente o nacionalizados, quienes buscan traer a sus padres, esposos, hijos y demás integrantes de sus familias, afirmó la presidenta de la fundación Consejo Internacional Sumando Venezuela (Cisvac), Marilyn Torres Leal.
Mencionó que la inmigración venezolana en México se incrementó luego de la crisis política de Venezuela, en el 2013, y la crisis institucional del 2017, hechos que crearon un éxodo masivo intermitente por cuestiones de negocios, problemas y controles económicos; haciendo que tanto pequeños empresarios como personas de buena posición económica se establezcan en prácticamente todas las ciudades importantes de la República Mexicana, creando grandes comunidades.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Quintana Roo ocupa el cuarto lugar en registro de migrantes venezolanos, con un total de 4 mil 164, lo que representa el 7.8 por ciento del total a nivel nacional. Sin embargo, la cifra se ha incrementado recientemente, según la fundación.
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La titular del Cisvac señaló que los residentes de ese país latinoamericano son los que más llegan a Quintana Roo, pues de cada 10 migrantes que asesora, cinco son de allá; el resto se divide entre personas procedentes de naciones como Cuba, Guatemala y Haití, entre otros.
Agregó que a partir del 2021, cuando el Gobierno mexicano empezó a pedir visa para todos los venezolanos que ingresaran al país, la situación se volvió más compleja, porque en Venezuela el trámite puede tardar más de un año, entonces las familias se sienten desesperadas.
Reconoció que muchos de sus paisanos llegan a la entidad, específicamente a Cancún, en busca de usar al destino como trampolín y llegar a Estados Unidos; incluso muchos de ellos sólo entran por el Aeropuerto Internacional de Cancún y de ahí siguen su trayecto hacia estados del Norte de México o abordan vuelos directos a EE.UU.
Señaló que no tienen el registro de esos casos, porque sólo ingresan al país por el aeropuerto y continúan su viaje, no se quedan por algún tiempo en Cancún.
Mencionó que en lo que va del año han atendido a más de 5 mil 400 migrantes de diferentes nacionalidades, a quienes orientan ya sea de manera presencial, por teléfono o llamada virtual.
El caso más reciente de atención, fue un menor de 16 años, de origen guatemalteco, que no hablaba español, sino un dialecto que está a punto de desaparecer. El joven viajó por su cuenta a pie, desde su país hasta Cancún, sin conocer a nadie, sin hablar español y en busca de obtener ingresos para ayudar a sus padres.
De alguna manera le informaron de la existencia de la fundación y llegó a pedir ayuda. El joven fue entregado a las autoridades del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal para que ellos lo canalicen con el Instituto Nacional de Migración y lo deporten a su país.
GC
