
La falta de recursos económicos puede parecer una causa poco relacionada con la obesidad, pero en realidad existe una conexión estrecha entre ambas que resulta peligrosa. Además, mucho se habla de los malos hábitos, pero poco se menciona el escaso acceso que tiene la población, en general, a alimentos frescos y saludables debido a sus altos precios.
Para una familia de cuatro integrantes, el costo límite sería de 600 pesos diarios, mientras que el salario mínimo es de apenas 278, con lo cual, también deben cubrir otros gastos, dijo Erika Sandoval Herrera, nutrióloga especialista en trastornos de la alimentación en Cancún.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, los casos de esta enfermedad en Quintana Roo se elevaron un 20 por ciento en lo que va del año, con mil 743 pacientes; mientras que en la primera quincena del año pasado fueron mil 412.
En 2024, los diagnósticos por obesidad se mantuvieron un cinco por ciento por debajo de lo reportado el año anterior; es decir, cerró con 15 mil 332 casos, mientras que en 2023 se contabilizaron 16 mil 111.
La especialista señaló que, ante esta situación, las familias optan por alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares, porque a menudo son más económicos y accesibles, además de tener un mayor rendimiento a la hora de hacer las porciones entre las personas que los van a consumir, lo que comúnmente se denomina “llenador”.

A largo plazo, estos alimentos, como las bebidas con altos niveles de azúcar, generan dependencia, además de dificultades para equilibrarlos durante el consumo apropiado.
La falta de recursos también se asocia con el hecho de que las familias habitan en lugares donde se limita la actividad física, ya que suelen ser zonas inseguras o con pocos espacios. Esto también lleva a las personas a un estado de estrés o ansiedad, lo que puede provocar el consumo excesivo de alimentos poco saludables, como botanas y dulces.
Las familias con bajos ingresos económicos también pueden tener limitaciones en cuanto a educación y conciencia sobre la salud, lo que dificulta que tomen decisiones informadas sobre su alimentación y actividad física.

No controlar el peso corporal puede hacer que las personas sean más propensas a padecer enfermedades cardíacas, problemas respiratorios, diabetes y hasta trastornos de salud mental.
Para abordar la relación entre la pobreza y la obesidad, es importante implementar soluciones que promuevan el acceso a alimentos saludables, la actividad física y la educación sobre nutrición.