Defensores de derechos de personas discapacitadas rechazan taxis inclusivos

En los últimos días, uno de los temas relevantes que ha sido la introducción de los taxis inclusivos, iniciativa que se esperaría que fuera una buena noticia para la comunidad de las personas discapacitadas de Chetumal, sin embargo, parece que ha sido a la inversa, pues los activistas que defienden los derechos de las personas con esta condición han cuestionado esta medida.

Su descontento radica en que consideran que se trata de una mera simulación, pues, según indica Cristian Muñoz, presidente de la Unificación Integral Quintanarroense (Uniqre), para que las unidades cubran las necesidades de las personas con discapacidad deberían estar modificadas acorde a las diferentes necesidades que presentan.

Así lo señaló Muñoz: “No cuentan con rampas de acceso o equipamiento necesario para personas que usan sillas de ruedas. Lo único que han hecho es colocar un sticker en las unidades, pero no ofrecen el servicio que prometen”.

Por otro lado, también han protestado por la tarifa, argumentando que están cobrando aproximadamente el 30% más, valiéndose de un servicio que no se está brindando realmente: “Están cobrando más por un servicio que no cumple con las condiciones mínimas para ser inclusivo. Es una simulación que perjudica a la comunidad”.

Derivado de estas irregularidades percibidas por los defensores, exigen que las autoridades que les permitan verificar las unidades para asegurarse de que serán útiles para las personas discapacitadas, de acuerdo con los estándares que prometió el Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa); no obstante, no se los han permitido.

Las asociaciones defensoras aseguraron que no quedarán conformes hasta que no se les permita inspeccionar las unidades. Así lo afirmó Muñoz: “Queremos ver si realmente estas 30 unidades están adaptadas, pero lo dudamos. Todo indica que sólo han colocado un logotipo y elevado la tarifa”.

También señalan que es muy importante que los conductores cuenten con la capacitación y la sensibilización necesaria para que brinden un servicio adecuado, pues la actitud que se ha mostrado, generalmente, para con las personas discapacitadas es mala, ya que evitan brindarles servicio y cuando lo hacen es de mala gana, incluso en muchas ocasiones no quieren ayudarlos a abordar las unidades.