El director de la Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo (Agepro), Alberto Alonso Ovando, anunció que el gobierno estatal destinará 800 mil pesos para la reparación de los aires acondicionados de la Mega Escultura, toda vez que se encuentran inservibles porque se quemaron, lo cual afecta a las áreas que se encuentran en el primer y segundo nivel.
Asimismo, señaló que el inmueble presenta otros desperfectos que requieren reparación, como el elevador y las escaleras, pues dado el material del que están hechas, la salinidad las ha corroído, por lo que se construirán unas nuevas de concreto para que los visitantes puedan tener acceso a la parte superior que se pretende que funcione como mirador.
Cabe señalar que este ocurre cada sexenio después de que se construyó la Mega Escultura, siempre bajo el supuesto de que se utilizará como un espacio abierto al público que sirva como atractivo turístico y atraiga visitantes, sin embargo, hasta el presente año el lugar continúa sin una utilidad definida, lo cual no refleja en absoluto los recursos que se han destinado a este.
Si bien este lugar comenzó a construirse durante la gestión de Joaquín Ernesto Hendricks Díaz (1999-2005) con una inversión inicial de 500 millones de pesos, fue hasta el año 2018 cuando fue oficialmente inaugurado bajo el nombre de “Museo de la memoria y el futuro” en el sexenio de Carlos Joaquín González, quien inyectó 250 millones más antes de llevar a cabo la inauguración.
Del mismo modo, su antecesor Roberto Borge Angulo invirtió 100 millones de pesos para que se continuara con la construcción; tiempo en el que se percibió un ligero avance en la obra. Y antes Félix González Canto le agregó 20 millones de pesos, siendo la menor inversión económica en dicha obra, antes de la que este gobierno realizará que no llega al millón de pesos.
Otros aspectos por resaltar son que la Mega Escultura debía concluirse en un periodo de poco más de dos años, lo cual no ocurrió; al escultor Sebastián se le pagaron más de 100 millones de pesos para que la elaborara; y el mismo Sebastián interpuso una demanda al gobierno estatal por modificar su proyecto original, exigiendo una indemnización de 70 millones de pesos. Desafortunadamente, la situación respecto a esta obra se torna complicada, pues su existencia ha implicado pérdida de recursos, y dejarla en el abandono sería exactamente lo mismo.
