Promesas incumplidas y obras inconclusas son el sello de la actual administración estatal, pues su deuda con los quintanarroenses va desde la construcción de un domo y banquetas en las comunidades mayas hasta la puesta en marcha del C5 en Cancún, en el que ya han sido invertidos 107 millones de pesos y desde donde se pretendía establecer estrategias de combate a la delincuencia con personal y equipo tecnológico de última generación.
Zonas Mayas, en el olvido
Carrillo Puerto
A los habitantes de las comunidades de Tepich, Dzula, Santa Rosa, X-yatil, Laguna Kana’, Betania, San Luis y Chunhuás en el municipio Felipe Carrillo Puerto no se les olvida que en marzo de 2019 el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, en el marco de su visita hecha al pueblo Polyuc, les prometió trabajos de obra social e incluso les adelantó la inversión que iba a requerir, la cual oscilaba en los 70 millones de pesos.
“El compromiso hasta el día de hoy, no se ha podido cumplir” aseguraron las propias autoridades de las comunidades de Betania y Chunhuás, quienes informaron que constantemente han enviado oficios a las autoridades estatales para recordarles la promesa pero hasta el momento no han tenido respuesta.
Otra de las localidades donde hay preocupación de que a las promesas del gobernador se las lleve el viento es Tac-Chivo, donde se tiene previsto que dicha localidad sea beneficiada con el Programa de los 300 pueblos, cuyo subdelegado Abelardo Antonio Ché aseguró que temen que sea un compromiso más sin cumplir.
Los habitantes de este pueblo ven cómo se va esfumando la esperanza de contar con domo deportivo, banquetas, iluminación y rehabilitación del camino de acceso, que actualmente se encuentra en condiciones deplorables.
Es el mismo caso de la comunidad de Andrés Quintana Roo, que tiene previsto que sea atendida con este programa que hace tiempo viene impulsando el gobernador Carlos Joaquín, pero han pasado dos años sin que hasta el momento se consolide el programa, tal como lo dijo el subdelegado Victoriano Uicab.
Trabajos en el abandono y mala calidad
En la comunidad de Santa María Poniente, beneficiada con el Programa 300 Pueblos, los trabajos quedaron a medias y no hay para cuando se reinicien por lo que las autoridades y los propios vecinos de la localidad se encuentran preocupados.
En el caso de Naranjal Poniente, donde se destinaron por lo menos ocho millones 381 mil 840 pesos para la construcción de un domo deportivo, al no cumplir con las especificaciones arquitectónicas y no poner un soporte a la lámina de zinc, los vientos provocados por la tormenta Cristóbal, doblaron parte de la estructura.
José María Morelos
Para este año fueron anunciadas obras por parte del gobierno estatal que serían ejecutadas a través del Programa de 300 Pueblos, el cual fue definido por el mismo gobernador como la manera de apoyar el desarrollo de las comunidades olvidadas por muchos años, para las comunidades de San Diego y Puerto Arturo, pero no han iniciado.
Una de las obras más atrasadas está en la localidad de Santa Gertrudis, pues los trabajos de mejoramiento urbano iniciaron desde el 2017, pero no han sido concluidos.
Otra comunidad donde se está ejecutando el programa desde el año pasado es La Candelaria, en ese lugar la obra sigue en proceso después de casi un año de haber iniciado, porque ha sido interrumpida en al menos dos ocasiones.
Uno de los más grandes pendientes que tiene actualmente el gobierno del estado en el municipio, es la rehabilitación total de la carretera José María Morelos- La Esperanza. Los habitantes del lugar recordaron que éstas debían empezar en abril pasado, pero hasta ahora no ha habido nada.
Al respecto, los integrantes del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal dijeron que la dependencia ejecutora de la obra es la Secretaría de Obras Públicas (SEOP) y van a invertir 28 millones de pesos.
Tulum
A cuatro años del gobierno estatal, para los pobladores que habitan en predios sin certeza jurídica la promesa de reubicarlos en terrenos en los que fueran propietarios siguen sin cumplirse; además la habilitación del Hospital Comunitario no fue efectuada en su totalidad como había sido planteada ya que la obra fue concluida por el gobierno federal y es utilizado para atender a pacientes con coronavirus.
Cancún
A dos años de concluir la actual administración estatal, en Cancún el gobierno del estado ha quedado a deber a la ciudadanía, pues obras como el C5 y la rehabilitación del edificio administrativo en la avenida Huayacán siguen inoperantes.
El complejo de seguridad se encuentra en construcción, pese a que fue compromiso entregarlo en el primer semestre del año; mientras que el edificio administrativo no alberga las oficinas de gobierno.
Con un presupuesto de 107 millones de pesos el C5 de Cancún, cuya construcción comenzó a mediados de 2019 y que originalmente estaba programada para entregarse en marzo y que se proyecta como uno de los más modernos complejos de seguridad de Latinoamérica, tiene un avance de 55 por ciento, informó la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, el complejo, entre otras de sus funciones, deberá recibir las llamadas del número de emergencias 911 y de Denuncia Anónima 089, hará registro de personal de Seguridad Pública y privada; contará con acceso a diversas bases de datos civiles y criminales para consulta.
En cuanto al edificio administrativo en la avenida Huayacán, que requirió una inversión de 100 millones de pesos, está abandonado y las dependencias que se supone lo ocuparían actualmente rentan espacios en el centro de la ciudad.
Aunque este edificio se construyó en el gobierno de Roberto Borge, la actual administración lo concluyó e indicó que se rehabilitaría para que ahí estuvieran las oficinas de dependencias estatales.
Dependencias como la Dirección de Atención Ciudadana, la Coordinación Estatal de Protección Civil, la Coordinación General de Comunicación, La Coordinación de Giras en la Zona Norte y la Secretaría de Desarrollo Social, entre otras tuvieron que migrar a Plaza Hollywood, donde el arrendamiento del metro cuadrado cuesta hasta 300 pesos o 20 dólares al mes.
Otras, como la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano, Sustentable (Sedetus) y la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), fueron ubicadas en Plaza Vivendi, donde también desde hace años renta el Registro Público de la Propiedad (RPP).
La única obra concluida, entregada y en plena operación en Cancún por el gobierno que encabeza Carlos Joaquín, ha sido la remodelación de la zona conocida como El Crucero, con inversión de 33 millones de pesos, reportó la Secretaría de Obras del estado.
No obstante, esta obra fue criticada por vecinos y fundadores de Cancún, por el retiro de un kiosco de los años 80 que se encontraba en el sitio y que las autoridades habían dicho que respetarían y al final fue cambiado por una fuente “danzarina”.
Chetumal
Al llegar a la recta final del gobierno de Carlos Joaquín González, la incertidumbre cubre a sus obras insignia, se trata del Museo Cuna del Mestizaje (Megaescultura), el Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico (RFC), el Hospital Oncológico de Chetumal, el C5, el Hospital Comunitario de Nicolás Bravo, la rehabilitación de la Biblioteca Rojo Gómez, así como el puente Nichupté y un nuevo centro penitenciario, aunque las últimas dos ni siquiera se han iniciado bajo el argumento de falta de recursos.
Este paquete de obras ha tenido una inversión aproximada de 672 millones de pesos a lo largo de la administración joaquinista, pero ninguna está terminada y para este 2020 no se les dio continuidad, siendo el proyecto de la Biblioteca Rojo Gómez el único que continúa desarrollándose en una primera etapa.
Se trata de proyectos emblema del gobierno de Carlos Joaquín, algunos fueron herencia de la pasada administración y otros más se presentaron como nuevos, todos estos reúnen avances parciales y la mayoría es de menos del 50 por ciento, de acuerdo con las últimas cifras presentadas por las dependencias a cargo y del portal Vigila tu Obra Quintana Roo.
Museo Cuna del Mestizaje
Se ubicaría en la Megaescultura de Chetumal, monumento que para los quintanarroenses representa la corrupción y el saqueo de recursos empezando por el gobierno de Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, pasando por el de Félix González y el de Roberto Borge Angulo, para seguir ahora con el de Carlos Joaquín González, pero sin que a la fecha se concluya.
La obra quedó a cargo de la Secretaría de Turismo del Estado (Sedetur), en 2018 se le destinó una inversión de 22.2 millones de pesos en recursos estatales, que sirvió para iluminación arquitectónica en todo el complejo y fuentes danzarinas en su explanada.
El gobierno de Quintana Roo asumió el compromiso de darle mantenimiento general y equiparlo en su interior, pero en 2019 no tuvo inversión y en este 2020 tampoco se han etiquetado recursos, por lo que la obra permanece cerrada.
Parque Industrial
El proyecto del Parque Industrial de Chetumal con Recinto Fiscalizado Estratégico (RFC) fue presentado por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sede) desde el año 2017, tras cuatro años de gobierno ha tenido una inversión aproximada de 100 millones de pesos, aunque su avance físico es de una glorieta y el camino de acceso, las oficinas de RFC y tan cuatro naves industriales de un total de 68 proyectadas, sin que hasta la fecha haya una sola empresa operando.
El lugar luce abandonado y descuidado, las letras que se colocaron en la glorieta están oxidadas y cubiertas por la maleza, mientras que las naves industriales permanecen cerradas y en una de ellas está el logo de General Datacomm, primer empresa confirmada para participar en el proyecto, especializada en telecomunicaciones y monitoreo de redes.
Hospitales
Está pendiente el Hospital Oncológico de Chetumal y el Hospital Comunitario de Nicolás Bravo, obras hospitalarias que son herencia de la pasada administración “borgista”, pero que el gobernador Carlos Joaquín retomó y se comprometió a ponerlas en funcionamiento durante su gobierno.
El Hospital Oncológico de Chetumal se recibió de la pasada administración con un avance físico de menos del 30 por ciento, por lo que la actual administración le invirtió más de 500 millones de pesos para poder terminar el edificio, pero ahora requiere de una cantidad similar para su equipamiento y personal médico. Actualmente funciona como Hospital COVID-19 y para ello tuvo inversión federal a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En lo que respecta al Hospital Comunitario de Nicolás Bravo, que también fue herencia del pasado gobierno “borgista”, ha recibido alrededor de 26 millones de pesos en la presente administración, por lo que la obra se mantiene como un “elefante blanco”. Su construcción data del año 2012 con una inversión inicial de 12 millones de pesos, se proyectó en una primera etapa para equiparse con 12 camas, área de atención de partos, urgencias y áreas de observación para adultos y pediátrica, sanitarios, entre otros servicios.
Biblioteca Rojo Gómez
De todas estas obras, la rehabilitación de la Biblioteca Rojo Gómez de Chetumal es la única que lleva un avance físico de más del 70 por ciento, por la pandemia del COVID-19 los trabajos quedaron temporalmente suspendidos, pero el pasado mes de agosto éstos fueron retomados.
Se está adecuando en una primera etapa con el objetivo de rescatar el antiguo y abandonado edificio, para lo cual se autorizaron 18.2 millones de pesos provenientes del Programa Estatal de Inversión (PEI), que sirven para trabajos de albañilería, acabados, estructura, cancelería en puertas y ventanas, instalación eléctrica, baños en general, equipos de aire acondicionado, acceso principal, alimentación a tableros, jardinería y área de juegos, entre otras obras complementarias.
El compromiso es terminar y entregar esta primera etapa antes de finalizar el presente ejercicio fiscal 2020, para posteriormente continuar con el equipamiento y la construcción de sus áreas internas, de acuerdo con la última información presentada por la Secretaría de Obras Públicas (Seop) y el Instituto de la Cultura y las Artes (Ica).
Obras en espera
Otras obras “bandera” o insignia del gobierno estatal son el Puente Nichupté y un nuevo centro penitenciario en la comunidad de Leona Vicario, aunque ambos proyectos no se han iniciado y se encuentran en “espera” por falta de recursos.
Fue en el segundo semestre de 2018 cuando el director de la Agencia de Proyectos Estratégicos (Agepro), Eduardo Ortiz Jasso dio a conocer los avances de un nuevo Centro de Readaptación Social (Cereso), el cual estaría ubicado en la comunidad de Leona Vicario, en el municipio de Puerto Morelos.
Para la obra del centro penitenciario se proyectaba una inversión de 2 mil millones de pesos bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP). El mayor avance que se tuvo fue la obtención de un terreno de más de 40 hectáreas, donde se construiría esta cárcel que sería la más grande de Quintana Roo, que tendría por objetivo combatir el problema de hacinamiento en los penales del estado, ya que contaría con una capacidad para albergar a 2 mil 500 reclusos.
Ortiz Jasso lo presentó como un proyecto prioritario de 2019, sin embargo, la obra está en espera y sin garantías de realizarse, ya que ese mismo año el director de la Agepro reculó con dicho compromiso, al señalar que el Complejo de Seguridad C5 es de mayor prioridad para el gobierno del estado y por eso se enfocarían en terminarlo, de manera que la construcción de la nueva cárcel quedó suspendida hasta nuevo aviso.
Por La Redacción